Ahora, que le despedimos, tenemos que reconocer que nuestros sentimientos son totalmente opuestos. Son sentimientos de esperanza e  ilusión. Y no por el hecho de que usted se vaya, que es lo de menos, sino por el futuro que nos espera con el cambio político que se ha producido en Navarra, cambio basado en un acuerdo de gobierno amplio (entre cuatro coaliciones, que a su vez agrupan a varios partidos- la macedonia que decía el Sr García Adanero) y detallado (reflejado en 74 páginas y con 38 compromisos en materia de educación) al inicio de la legislatura. Un cambio que parece radical  en fondo y en forma al menos a priori.

En estos años de Gobierno de su partido y sobre todo en la última legislatura para la Educación Pública (como para la  Sanidad) en general y para el modelo D en particular ha pintado  bastos  y espadas. Y sólo gracias al esfuerzo de las plantillas de estos servicios públicos ha sido posible mantener un grado de calidad aceptable.

Usted, señor Iribas, en concreto ha gobernado al estilo de la misas de aquellos curas que oficiaban en latín y de espalda a los feligreses. Ha gobernado sin tener en cuenta a las comunidades educativas: al alumnado, a las familias y lo que es más grave al profesorado, a las/os especialistas y técnicos en Educación. No ha hecho caso a las voces contrarias a los recortes, contrarias a la reducción de profesorado y aumento de ratios, a las voces que no querían una LOMCE, que es totalmente elitista y discriminatoria, a las voces que le pedían una moratoria y/o la suspensión  del PAI,  a las voces que decían que en más de 50 centros públicos había problemas con infraestructuras. No han hecho caso a nadie desde su pedestal.

Queremos agradecer los esfuerzos que se han hecho por parte de todas/os para la consecución de este nuevo gobierno. Sin duda ha habido mucha generosidad, el momento histórico lo requería. Confiamos en que pueda ser un gobierno para todas/os, que no discrimine. Por fin, parece que ha empezado a pintar oros para toda la sociedad navarra y no solo para unos pocos. Esperemos que en breve también empiece a pintar copas y podamos empezar a celebrar todos los cambios.

Señor Iribas, durante toda la legislatura decía que no quería hablar de educación pública y concertada, que solo quería hablar de educación, aunque había detalles que le delataban: corbata de la Universidad de Navarra en una entrevista en prensa, apoyo al traslado de Donapea para favorecer a la Universidad del Opus, apertura de unidades en educación concertada y retraso en construcciones de infraestructuras en la educación pública... En plena campaña electoral in extremis y a la vista de los más que posibles malos resultados electorales sin ningún complejo expresó su preferencia por la educación concertada, olvidando que casi siete de cada diez alumanas/os están matriculadas/os en educación pública (y probablemente no son más por las políticas de los últimos años).

El nuevo consejero es un docente de educación pública con más de 30 años de experiencia. Sin duda es un buen punto de partida, como sus propias declaraciones en las que ha hablado de parar la LOMCE, de una moratoria para el PAI, de apoyar y escuchar a los profesionales de la Educación, de la solución de los problemas de infraestructuras y de prioridades, entre las que se encuentran Sarriguren y Biurdana. Sin duda se trata de unos buenos previos para su mandato, que nos hacen presagiar que nuestras reivindicaciones al fin serán escuchadas y atendidas.

Ongi etorri Gobernu Berria, ongi etorri Mendoza jauna!