Cientos de colectivos en España y Europa para hablar y legislar de terrorismo, pero todos me parecen alumnos retrasados, necesitan ayuda, y aquí estamos nosotros. Comencemos por definir la palabra terror, y la RAE nos dice: persona o cosa que nos infunde miedo intenso. Y decíamos en “Egin”, ni son todos los que están ni están todos los que son, inclúyase a gente como el gladiador Ruinaldo y acólitos del circo, y el monstruito del Lago Ness (Escocia) para los amigos Nessy.


Los filósofos son los guardianes de la Humanidad y del siglo XX, todavía quedamos una muestra. Aunque en breve, cual los dinosaurios, nos extinguiremos. A fuer de sinceridad, me produce ¿pavor? ¿terror? ver a Pedito Pánchez que su primer deseo, tras una guerra fratricida, no es curar heridas, sino pedirle al genio de la lampara: Paulo Mezquitas, que le consiga la Moncloa y ser Presidente, pues como ya disfruta su colega Chapatero, vive en la zona pija de Somososaguas (Madrid), cobra 75.000 euros de expresidente, mas 80.000 por pertenecer al Consejo de Estado, mientras los «pringaos» que les votan cantan puño en alto la Internacional. Todo un culto y epopeya al falo y al alcornoque.



Homero siglo VIII a.C. célebre narrador de los mitos fundacionales de la cultura griega, por ende europea, autor de los primeros libros que se escribieron en Europa, da la sensación por su buena y completísima formación humanística, de cierto contacto con culturas preindoeuropeas como la euskalduna, y mentamos su obra "La Odisea", el romántico encuentro que Ulises mantiene con la maga y diosa Circe en su cueva. El le dice: «te pareces tanto a Penelope, que te confundo con ella». Circe responde: «a veces la diferencia entre una mujer y otra está solamente en la mente del hombre». Y se acuestan juntos. Con esta escena metafórica, Homero se nos presenta como un largo vidente, (a semejanza de Rimbaud "Lettres du voyant", «Cartas del vidente») que, por boca de Circe, nos habla ya del problema de las dos Españas. Penélope y Circe son las dos Españas, Ulises al principio duda entre una España autoritaria y blanca y la otra dictadura del proletariado, totalitaria y roja. (euskaldunes, enseguida el estaliniano Largo Caballero hubiera permitido la independencia de Euskal Herria, no os llaméis a engaño, pensad en ello). Y la solución nos la sirve en bandeja Homero, por boca de Ulises. No es necesario que se maten las dos Españas, Ulises opta por la solución de acostarse con ellas. «Make love no war». Ni la memoria histórica la harán nunca limpia, desde el poder ni los adscritos a credo político, sin leer a Homero y entenderlo, ni Pakaza Urtúa mirará nunca la definición de terror (-ismo) en el diccionario de la RAE (Academia de la lengua), está muy enamorada y se fía plenamente de… pero la lista de 300 victimas sin resolver que lleva a Europa son bastantes mas, miles, muchos casos coleando desde el siglo XIX, añádase numero de personas desaparecidas. ¡Maitechu mía! Previa apuesta con un amigo vasco, en 1927, un compositor granadino puso música a esta canción en el término de una hora. La cantaban emigrantes tanto vascos como españoles.



Pinceladas de España. Es frecuente entre la plebe y el patriciado intelectual confundir a los actuales monárquicos con franquistas: Falange y Requetés, es tan pedestre y peregrino, como pensar que Cristobal Colón salió a descubrir los EE.UU. de América. Doy un penique por cada foto que me traigan de un monárquico, brazo en alto, cantando el Cara al Sol. Decir estas cosas en cualquier periódico pancista y verdulero, nadie prestaría ninguna atención , pero tratándose de GARA, la seriedad y cientificismo por antonomasia, la cosa cambia, aquí se cumplen promesas, aquí se paga. Veamos. En 1923 llega la dictadura de Primo de Rivera, apoyada por una rama de los socialistas, (no los critico pues empeorar lo anterior era imposible,) los monárquicos se quedaron en el paro, sin su pesebre nacional, pasaron de beber néctar y ambrosía con el Rey Alfonso XII y XIII, al ostracismo mas absoluto, y sin poder llevarse un donuts a la boca. Toda la dictadura la pasaron maldiciendo al Rey y a la madre que lo trajo al mundo.



Por unos papeles manuscritos de Primo de Rivera, últimamente encontrados, por casualidad, parece ser que el general llevaba idea de acabar con la monarquía y proclamar una República, aunque no de partidos, (con la que muy posiblemente hubiese evitado la cuarta guerra civil de 1936-39). Antes de plantear la República, tanteó al Ejercito y a la Marina, pero estos le dieron la espalda y lo dejaron solo, ante lo cual tuvo que dimitir. Vuelta de Alfonso XIII y los monárquicos con el. Pero la monarquía estaba gastada y desacreditada, y las ciudades españolas respiraban en republicano. Meses mas tarde los militares Fermín Galán y García Hernández se sublevaban en Jaca por la República. Por su parte los monárquicos no tienen ningún interés en defender a un Rey, que los ha tenido siete años a pan y agua, sin acordarse de ellos, por lo que más bien, lo que quieren es vengarse, tampoco están por apostar a caballo perdedor por lo que se unen al sentimiento republicano y traen la República a España, aunque como veremos , de manera ilegal. 



La pérdida de las últimas colonias en 1898, genera ya un sentimiento y anhelo republicano, se precisa un regeneracionismo y se piensa que dentro de la monarquía, la misma que ha perdido las colonias, no puede ser, ha de hacerse dentro de una República. Aragoneses ilustres como Joaquin Costa, se pronuncian abiertamente republicanos, así mismo Marañón, Ortega y Gasset, Bergamín, Jiménez de Asúa, Pérez de Ayala, Sánchez Albornoz, Madariaga, Américo Castro, etc. Políticos monárquicos como Maura, Alcalá Zamora, Conde de Romanones y Queipo de Llano, que se sublevará en Sevilla al grito de ¡Viva la República! ¡Por una República digna! Por su parte el otro militar Sanjurjo, ante la petición y pregunta del Rey Alfonso XIII de si le garantizaba su seguridad personal y la de su familia, en el caso que asaltaran el Palacio las turbas, le dijo que no, lo cual añadido a la mentira del Conde de Romanones, con la que asustó aún mas al monarca, que le dijo que las candidaturas republicanas habían superado el 70% de los sufragios, el monarca pensó que en ese caso, podían volver a repetirse en España los asesinatos de los zares y de su familia, le entró el pánico y puso los pies en polvorosa, huyendo de España. Ante ese vacío de poder, los ya citados metieron de matute la II República, sin Cortes Constituyentes, como exigía el Derecho Político y Constitucional, fue un golpe de Estado.



En España en 1975, terminaba el NO-DO y comenzó la película. Sin el veto a los políticos profesionales, aparecieron una serie de personajes, que no conocíamos de nada pero que ellos si se conocían ya desde «el contubernio de Munich» (diario “Arriba”) de 1962, en el que monárquicos y republicanos de la tricolor (liberales) y de la roja (totalitarios), nostálgicos de lo perdido, se pusieron de acuerdo para la toma y reparto de la tarta del poder en España, así hoy tenemos: EREs fraudulentos en Andalucía y MercaSevilla (PSOE), Gürtel en Madrid y Valencia (PP), «Pujol ens roba», en Cataluña (CIU) un gran patio de Monipodio, como diría Cervantes.



Necesitamos mucho diálogo está todo por hacer. Comencemos con la Guerra de la Independencia 1808. Ahí se juega todo lo que sucederá hasta nuestros días. ¿Fue un error el 2 de mayo en Madrid y los sitios de Zaragoza? ¿Porqué dice Marx que la República de 1873 era inviable para España? o que ningún ratón lleva alforjas y si las lleva las arrastra. Cómo es posible que la república del 1931 viniera tras unas elecciones municipales (que además perdió), con capacidad sólo de cambiar alcaldes, en absoluto la forma de gobierno de la nación, para lo cual se precisaba unas Cortes Constituyentes? ¿se acepta su ilegitimidad de origen? Azaña: «Si ganáramos la guerra, en el primer barco que saliera de España tendríamos que salir los republicanos, si nos dejaban.



Decía Condorcet (según Voltaire «filósofo universal») que la Educación era el factor compensatorio más importante de la desigualdad social.



«Los conocimientos traen el progreso material y moral a la persona». España comenzaba el siglo XIX de la peor manera. Echamos a José Bonaparte qué conocía a Condorcet y hubiese puesto en práctica sus teorías, y trajimos a Fernando VII Borbón que no lo conocía y despreciaba la Educación.


En los asuntos importantes, el tiempo parece haberse detenido. en España y el agua estancada, se corrompe. Marx en su Filosofía de la Historia, para transformar el mundo habla de pensar, analizar y ponderar. Y ahí entran todos y cada uno de los colectivos de la izquierda abertzale, estos y otros semejantes en intenciones. nos conducirán a la sociedad del cincel; de la maza y de la idea (Machado).