José Antonio González García «Nebera»

Presos políticos

Durante mi ya larga vida siempre he conocido la existencia de presos políticos en las muchas cárceles existentes.

Un preso político o prisionero político es cualquier persona física a la que se mantenga en la cárcel o detenida de otro modo, por ejemplo bajo arresto, porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el sistema político establecido, sea este de la naturaleza que sea. (Wikipedia).

Se llama preso político a la persona que es encarcelada por sus convicciones y actividades de tipo político. Esto implica que su condena en prisión se opone a los Derechos Humanos, concretamente a las cláusulas de libertad de pensamiento, de expresión o de reunión. (DefiniciónABC).

Preso político o preso de conciencia El que lo está a causa de su ideología política o religiosa. (WordReference).

Prisionero político, individuo privado de libertad por un Estado, no por quebrantar leyes que prevengan lo que se considera un comportamiento delictivo (en la mayoría de los países civilizados), sino por acciones que se consideran peligrosas para el régimen gobernante. (Encart).

Un preso político es cualquiera al que se mantenga en la cárcel o detenido de otra forma, por ejemplo bajo arresto, porque sus ideas supongan un desafío o una amenaza para el estado (DicLib.co).

Una rápida ojeada a Internet me sirve para reafirmarme en el convencimiento de que en el Estado español, al igual que en el Estado francés aunque es muy posible que por otros intereses, siempre ha habido presos políticos. O si me lo permiten durante mi ya larga vida siempre he conocido la existencia de presos políticos en las muchas cárceles existentes.

Para Mariano Rajoy los presos políticos solo existen en Venezuela, o al menos a estos se refiere en ese video que recorre la red.

Para este Gobierno, el anterior, el anterior del anterior y todos los otros habidos, la separación de poderes, ejecutivo y legislativo, junto con la libertad de expresión, asociación… y demás hace imposible la existencia de presos políticos en el Estado. España es una democracia y en un estado democrático los presos políticos no existen. Si esta última frase la hubiese leído Rajoy inevitablemente hubiese guiñado el ojo izquierdo al pronunciarla.

Ellos los condenan por terroristas, en el Estado francés por asociación de malhechores. Ahora por rebelión y sedición o también por exhibir un muñeco en unas fiestas, Alfredo Remírez durante el chupinazo en Amurrio.

Yo siempre he mantenido que hay y ha habido presos políticos, las condenas son y eran otra cosa. Ahora algunos y algunas parecen despertar de su letargo de bondad. Anden con tiento que sigue vigente la apología.

A estas alturas, que no siempre ha sido así, se me permite no creer en Dios, no creer en la política y no creer en la justicia. Libertad individual.

Hoy, todavía, se me permite escribir estas líneas. Libertad de expresión, sin pasarse eso sí. O como le preguntaba Antonio García Ferreras, "La Sexta", a Joan Tardá, ERC, se puede ser republicano e independentista sin que eso te lleve de inmediato a la cárcel. Incluso se puede ser, como en el caso de Tardá, diputado en el Congreso. Libertad política.

Agnóstico, apolítico, independentista y republicano. Y además contarlo, escribir sobre ello y publicarlo. La democracia es lo que tiene, la libertad.

Pero no se puede, es muy peligroso, luchar por lo que uno cree y creer que lo puede conseguir. Eso es delito.

Entonces de que nos sirve ser o creer si siempre se sacaran de la chistera una nueva ley que nos prohíba y encarcele. Las leyes las dictan los políticos aunque sean los jueces y fiscales quienes las hagan valer o interpretar.

Si el ciudadano de a pie no cree en la justicia y desconfía de jueces y fiscales tengan por cierto que ni la una, ni los otros son justos. Y si la ley no es justa, no basta con ser ley para ser justa, aquellos que la aplican tampoco lo serán por mas fieles que le sean a esta y al gobierno que a la postre es quien la dicta y recompone.

Un Estado cuyas dos últimas leyes orgánicas han sido rebautizadas por el Pueblo como "Ley Mordaza" o la "Ley del Patadón" nunca puede presumir de democracia.

Uno puede ser anticonstitucionalista, haber votado en contra, haberse abstenido o simplemente no haber nacido o tenido la edad cuando se votó la Constitución, o puede ser constitucionalista, por las mismas razones o por haberla votado favorablemente, sin que esta le proteja en sus derechos, los que recoge la carta magna, porque los muchos gobiernos habidos, siempre de dos signos únicos, la acotaron o modificaron sin el consentimiento ni el voto de todos. La Constitución solo sirve en una dirección y no precisamente en la buena o la deseada.

Son los políticos los que presentaron su particular lectura y desarrollo del artículo 155 de la mencionada constitución, los políticos del PP, de PSOE, C's y otros mas, fueron los políticos los que autorizaron ese esperpento, no son palabras mías que conste y por si acaso, anticonstitucional, violación fragante de varios de sus artículos anteriores, y antidemocrática, políticos del PP, de PSOE, C´s y otros mas, y han sido sus fiscales y jueces, del PP y del PSOE que fue quien los puso, los que han encarcelado a los políticos y simples ciudadanos, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, por creer en la Republica.

La juez Carmen Lamela, comodín sustituto del peor juez instructor del mundo, según lo definió por aquel entonces una periodista, Baltasar Garzón y que como a este le tocan todas las instrucciones «difíciles» les acusa de lo que el fiscal general, reprobado por el Congreso de los Diputados, ha dictado y en su apoyo no presenta ni una sola prueba.

Y como leo hoy en GARA, Paz Francés Lecumberri, profesora de derecho penal en la Universidad Pública de Navarra, les acusa de delitos y no aporta prueba alguna que sostenga sus acusaciones. «simplemente relata los hechos acontecidos en Cataluña desde el año 2015 como si fuese la redactora de las noticias de las más populares cadenas televisivas españolas».

Diez personas privadas de libertad, cinco en capilla y cinco más en busca y captura. Qué vergüenza para algunos y qué poca para otros. Ser político y estar en uso de algún mandato no exime de ser crítico, es mas deberían serlo siempre. No siempre la intención de voto debería ser la razón de sus verdades.

A mí me continúa acojonando la apología del terrorismo sino ahora mismo podría poner una lista larga, pero muy larga, de los muchos presos políticos que han sido y son. Tuvo que morir Franco, aquel sapo Iscariote de León Felipe, para que los rojos fuesen considerados, por algunos historiadores que no por todos, presos políticos.

Claro que un político, Mariano Rajoy, reciba casi un aprobado por el hecho de haber aplicado su artículo 155 contra Catalunya, el trabajo se lo ha pasado a Soraya Díaz de Santamaría, en las encuestas cuando hasta ahora y desde siempre no superaba el 2,5 debe hacernos pensar y mucho.

El día 2 de octubre el periódico GARA publicaba un artículo de Iñaki Iriondo bajo el título "Perdida Catalunya, Rajoy buscará una mayoría absoluta". Que precognición la suya y que tino. El PP lo sabe y parece que el PSOE también.

Y si todo lo expuesto en las líneas precedentes no son política que nos expliquen, los políticos, los jueces y/o los fiscales que es política.

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