La actual consejera de Educación del Gobierno vasco, señora Cristina Uriarte, no viene destacando precisamente por su frontal oposición a los recortes que el Gobierno central impone en esa materia a nuestra autonomía. Más bien al contrario, y si no que se lo pregunten al colectivo docente, que se las ve y se las desea para cumplir con dignidad su cometido.
No es este, sin embargo, el motivo que me mueve a pedir su urgente destitución (por ese único motivo habría, desgraciadamente, más de un candidato o candidata al cese). La razón de ello es su presencia, dándole rango institucional, en la inauguración de la sede hondarribiarra del colectivo Alarde Fundazioa, organizador del acto festivo «privado» donde se impide sistemáticamente la participación igualitaria de la mujer.
Con ello, esta consejera se cisca literalmente en instituciones como Emakunde y Ararteko, incumpliendo además aspectos básicos de la Ley de Igualdad impulsada en su día por el mismo Gobierno al que representa.
Resulta sangrante que quien viene acatando sin apenas rechistar los brutales ataques de la Lomce del PP muestre ahora esta actitud rebelde e «insumisa» con respecto a una Ley de su propio Gobierno.
Si esta es la «educación» que, en materia de género pretende impulsar la señora Uriarte, «alguien» del Gobierno vasco debería explicarle que su lugar está en el Opus y no en un gobierno que se supone del siglo XXI. Y ese «alguien» ya está tardando para ello.