Maria Olga Santisteban Otegui | Zalla (Bizkaia)

Historia sin memoria

Pronto se cumplirán 80 años del «alzamiento» golpista contra la legítima legalidad republicana en España por una parte de los generales que se sublevaron contra el orden establecido. La Segunda República supuso que por primera vez se pusieran en marcha reformas que ya se habían realizado en Europa, pero que hasta aquí no habían llegado con una estructura de estado casi pseudo-feudal, la cruenta guerra civil (1936-39) y la posterior dura posguerra que se traduciría en una larga lista de víctimas olvidadas del bando republicano y de los posteriores represaliados (víctimas del franquismo).

Las aproximadamente 130.000 personas desaparecidas, según calculan las diferentes asociaciones de la memoria histórica, siguen a día de hoy sin el pleno reconocimiento de los diferentes gobiernos desde el fin de la dictadura. De poco sirvió la llamada Ley de memoria histórica del año 2007 derogada casi de facto al carecer prácticamente de fondos para aplicarla. Tenemos el dudoso “honor” de ser el segundo país del mundo, después de Camboya que más víctimas desaparecidas tiene en montes y cunetas.

Particularmente merece mencionar la represión que sufrieron las mujeres (sobre todo las más intelectuales) que el nuevo régimen consideraba peligrosas. En la memoria de muchos estará la infame cárcel de ventas donde se vejaba, humillaba y se hacinaba a todas las presas mediante el terror y la vergüenza. Es duro escuchar declaraciones de determinados políticos del PP que dicen que solo se acuerdan de sus muertos cuando hay subvenciones o que ya no hay víctimas en las fosas comunes o demandas de exhumaciones. Es un insulto para la memoria de todos los familiares de los desaparecidos.

Dicen que un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia. Verdad, justicia y reparación.

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