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Fuerzas israelíes matan a dos palestinos sospechosos del secuestro de los tres colonos

Las tropas israelíes han matado a dos palestinos a los que el Gobierno de Benjamin Netanyahu señala como los principales sospechosos de capturar y ejecutar a tres jóvenes colonos israelíes el pasado 12 de junio en un cruce cercano a la colonia de Gush Etzion, en Cisjordania.

Soldados israelíes, junto al cadáver de uno de los palestinos muerto a tiros en Hebron. (Hazem BADER/AFP PHOTO)
Soldados israelíes, junto al cadáver de uno de los palestinos muerto a tiros en Hebron. (Hazem BADER/AFP PHOTO)

Según un comunicado difundido este martes, ambos palestinos han fallecido tiroteados durante una operación realizada esta noche en los alrededores de la ciudad de Hebron en la que han participado efectivos del Ejército y de los servicios secretos internos.

La versión de la Inteligencia interna (Shin Bet) israelí asegura que unidades de élite se han personado en el lugar «con el ánimo de arrestar» a los dos palestinos, pero que a su llegada se habría desatado un tiroteo en el que Amar Abu Eisha y Marwan Kawasmeh han perdido la vida.

La muerte de ambos dificulta la investigación sobre si actuaron por orden de Hamas, como sostiene Israel, o si lo hicieron por su propia cuenta, como han dado a entender altos mandos del movimiento islamista.

En la nota se precisa que durante el operativo nocturno también han sido detenidos Bashar Kawasmeh, Mahmed Kawasmeh y Taar Kawasmeh, hijos de un tercer palestino, Husam Kawasmeh, que ya se halla en prisión acusado de planear el crimen.

De acuerdo con el pliego de la acusación, este financió y diseñó el plan junto a su hermano Mahmud, que fue liberado de una prisión israelí en el intercambio para la puesta en libertad del soldado israelí Guilad Shalit, secuestrado en 2005.

Fuentes palestinas aseguran, por su parte, que las tropas israelíes, apoyadas por excavadoras, abrieron fuego sobre la casa entre las protestas de los vecinos, que lanzaron piedras contra los soldados.

Guilad Shaer, Naftalí Frenkel y Eyal Yifrach –dos de ellos menores– desaparecieron el pasado 12 de junio cuando hacía autostop para regresar a su casa tras salir de la escuela religiosa en la que estudiaban cerca de Hebron.

Sus cuerpos fueron hallados tres semanas después, tiroteados en un descampado cercano a la referida ciudad palestina, con signos de haber sido ejecutados el mismo día de la captura y tras un amplia operación militar israelí de búsqueda, en la que participaron miles de soldados.

Su muerte desató numerosos ataques contra los palestinos en Jerusalén por parte de grupos ultranacionalistas judíos, en uno de los cuales mataron Mohamad Abu Jedeir.

Jedeir, un adolescente de 16 años, fue atrapado en el barrio de Suafat, en Jerusalén Este, quemado vivo y su cuerpo abandonado en un bosque del oeste de la ciudad.

Desde entonces, la urbe es escenario de un creciente clima de tensión, con protestas y arrestos diarios de palestinos, ataques al tranvía y a las colonias judías de la ciudad.

La desaparición y muerte de los tres muchachos, que desde el primer momento el Gobierno israelí cargó sobre los hombros de Hamas, fue también uno de los detonantes de la devastadora ofensiva ‘Margen protector’ que este verano Israel lanzó sobre Gaza.

En la operación militar, que empezó una semana después de ser hallados los cadáveres, perdieron la vida más de 2.100 palestinos y resultaron heridos cerca de 11.000, en su gran mayoría civiles y una cuarta parte niños.

Además, murieron 67 soldados israelíes, dos civiles –uno de ellos un niño– y un trabajador extranjero, estos últimos alcanzados por alguno de los miles de proyectiles lanzados desde la Franja de Gaza.

También supuso la detención de más de medio millar de palestinos en Cisjordania, en su mayoría miembros de Hamas, y expresos que habían sido liberados tras el canje de Shalit.

En represalia, el Ejército israelí también demolió el pasado agosto los hogares familiares de los considerados sospechosos de la muerte de los colonos israelíes, una acción que el padre de Abu Jedeir ha solicitado también para los captores y autores de la muerte de su hijo.