Naiz
París

El Tour 2015 presenta un trazado con pavés, poca crono y pendientes para regalar

El Tour ha presentado este miércoles el recorrido para su edición de 2015. Serán 21 etapas marcadas por la escasez de kilómetros contra el crono, el retorno de las bonificaciones y la dureza a base de muros, pavés y puertos míticos, con el Alpe d'Huez como juez decisivo en la penúltima jornada. La carrera pasará por Zuberoa en su 10ª etapa, el 14 de julio.

Nunca antes un Tour ha tenido menos distancia contra el crono desde que en 1947 se introdujo esta disciplina. En la modalidad individual serán solo 14 kilómetros, los de la etapa inicial en las llanas calles de Utrecht, sexta ciudad holandesa que acoge la salida de la prueba.

Y otros 28 kilómetros por equipos en la novena etapa, gracias a que el Tour ha logrado una derogación a la regla que impone que este tipo de pruebas colectivas solo pueden hacerse en la primera semana. Se disputará entre las localidades bretonas de Vannes y Plumelec, serpenteante en su primer tramo accidentado y con un kilómetro y medio final en franca subida a la cota de Cadoudal, con una pendiente media del 6,2%.

La primera semana, con proliferación de etapas llanas, cuenta con algunas trampas. Y con el retorno de las bonificaciones por primera vez desde 2008 y que tratarán de dar picante a las siete primeras jornadas en línea, con un plus de 10 segundos para el ganador, de 6 para el segundo y de 4 para el tercero.

En la segunda jornada, entre Utrecht y Zélande, toda ella en Holanda, el viento puede jugar malas pasadas. En la tercera, en territorio belga, el Muro de Huy y su pendiente de casi el 10% durante kilómetro y medio decretará al ganador, como suele ocurrir en la Flecha Valona.

Luego vendrán los adoquines entre Seraing y Cambrai, un total de siete sectores que totalizan algo más de 13 kilómetros, menos técnicos que el año pasado, casi todos ellos en recta y muchos en pendiente, para dar menos ventaja a los especialistas.

El Tour visitará el Muro de Bretaña en la octava etapa. Dos kilómetros de ascenso al 6,9% de desnivel. Luego vendrá la contrarreloj colectiva y un traslado para la primera jornada de reposo al pie de los Pirineos, donde se disputarán tres etapas.

Paso por Zuberoa

La primera, con inicio en Tarbes y final en la inédita subida a la Pierre Saint-Martin, 15,3 kilómetros al 7,4%. Esta jornada la carrera pasará por carreteras vascas, concretamente por tierras de Zuberoa.

La segunda cuenta con el ascenso del Aspin y el Tourmalet, pero llegada en llano en la localidad de Cauterets, mientras que la trilogía se cerrará con un final en la cima de los 15,8 kilómetros al 7,9% de desnivel que coronan Plateau de Beille. La transición se hará por el Macizo Central, con sorpresas como la cota que lleva a la meta de Mende en la 14ª etapa.

Quedarán los Alpes, con cuatro etapas y tres llegadas en alto. Dos primeras largas y duras, la primera con final en Pra-Loup y sus 6,2 kilómetros al 6,5% de desnivel, donde el belga Eddy Merckx vistió en 1975 por última vez el maillot amarillo. La segunda con la llegada en el largo descenso del Glandon, cuya cima está a 40 kilómetros de la meta.

Y las dos últimas muy cortas. Primero los 138 kilómetros que llevan a la Toussuire –18 kilómetros al 6,1%–, tras haber ascendido el inédito Chaussy, la Croix de Fer y el Mollard. Y finalmente los apenas 110 kilómetros de la penúltima etapa que no paran de subir y bajar. Al Telegraphe, al Galibier y, finalmente, a la cima del mítico Alpe d'Huez que abrirá al ganador las puertas del París.