Ainara LERTXUNDI
Elkarrizketa
Franciso Elías Valencia
Director del periódico ‘Diario Co Latino’

«El pensamiento único estanca a los pueblos»

Francisco Elías Valencia, director del periódico salvadoreño ‘Diario Co Latino’, decano de la prensa en El Salvador y Centroamérica con más de 120 años de historia, aboga por la democratización de los medios en un país donde el 95% de los medios sigue estando en manos de la derecha. Considera fundamental que periódicos de izquierda como el que él dirige haga esa labor de pedagogía para contrarrestar «el pensamiento único» que impone la derecha.

Francisco Elías Valencia. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)
Francisco Elías Valencia. (Jagoba MANTEROLA/ARGAZKI PRESS)

En la entrevista concedida a GARA y NAIZ, Francisco Elías Valencia destaca la labor del FMLN al frente del Gobierno, tanto con Mauricio Funes como presidente como con el actual, Salvador Sánchez Cerén, con «programas sociales para sacar de la pobreza a casi tres millones de salvadoreños» y «generar en el país un nuevo modelo económico favorable a las grandes mayorías».

«Más de un siglo de credibilidad» es el lema del periódico que dirige. Una cabecera, sin duda, ambiciosa.
Lo decidimos por dos razones. El hecho de que el periódico, el más antiguo de El Salvador y de Centroamérica, se haya mantenido hasta hoy es por algo. Y ese algo está relacionado con la credibilidad. En segundo lugar, es un reto con respecto al resto de periódicos. Nos identificamos claramente como un periódico de izquierdas y, obviamente, tenemos nuestras preferencias, pero creemos que en los periódicos de derechas esas preferencias van más allá de tener un simple sesgo con respecto a ciertas temáticas o el enfoque que dan a las informaciones. Van más allá de favorecer, convirtiéndose en algunos momentos en portavoces y diseñadores del pensamiento de derechas en el país. Nosotros sostenemos que eso no le da credibilidad a los medios, ni tampoco a los periodistas. Aunque somos un periódico claramente identificado como de izquierda, nuestro reto es hacer el periodismo de tal forma que la gente no huya de leer el periódico, porque sabe que lo que le ofrecemos es creíble, que no estamos inventando, que no estamos invisibilizando temas, y que nuestro objetivo es contribuir al desarrollo de la sociedad y poner en el debate público los temas más importantes de la nación. Eso tiene que ver con los más de 124 años de credibilidad.

¿Cuáles son los puntos negros de los medios en El Salvador?
El principal punto es la falta de democracia mediática. Desde hace un par de años, hemos venido poniendo en la agenda pública el tema de la democratización de los medios en dos sentidos. Uno de ellos en cuanto a la propiedad. El 95% de los medios está en manos de la derecha y solo un 5% corresponde a los medios públicos o estatales, a independientes como la cooperativa que represento, Diario Co Latino, al periódico oficial que ha creado el FMLN, a una cadena de televisión y una emisora de radio cercanas al FMLN, así como a un grupo de radios comunitarias que comparten una sola frecuencia. Creemos que hay demasiado desequilibrio en cuanto a medios de comunicación. Ese el principal punto negro porque con ello contribuyen al pensamiento único. Los medios de derechas tratan de promover una única idea con respecto a un tema. El pensamiento único es uno de los puntos negros que hay que atacar, porque hay que democratizar los mensajes y los contenidos. Eso tiene que ver con la mayor o menor cantidad de medios diversos en el país.

Resulta contradictorio que el Gobierno sea de izquierdas y el grueso de los medios sea propiedad de la derecha.
Yo diría que los gobiernos de izquierda no tienen una estrategia de comunicación que vea el asunto como lo hacemos nosotros. Obviamente, en la televisión hay debates de opinión muy interesantes, en los cuales, al menos una vez por semana, hay un representante del Gobierno. Se podría creer entonces que con eso basta. Desde el Gobierno no han entendido que no es suficiente con que estén en esos medios. Deben conseguir que sus mensajes se reproduzcan en otro tipo de medios para que estos puedan funcionar a modo de contrapeso. Con el primer gobierno, quizás lo único que se hizo fue ser más abiertos a todos los medios en el sentido de facilitar el acceso a la información, pero, siguiendo la lógica de que hay ser más austeros, no han logrado contribuir a que los medios de izquierda crezcan y se fortalezcan. En mi opinión, esa es una trampa en la que caen los gobiernos de izquierda porque la derecha le exige al gobierno cualquier tipo de austeridad a los gobiernos de izquierda con la idea de no invertir o no subsidiar proyectos que permitan cambiar el modelo, en este caso, comunicativo. Es necesario, la sociedad lo está exigiendo, hay que cambiar el modelo comunicativo existente. Es necesario, porque el pensamiento único no es democrático, tampoco es desarrollista. Es más, el pensamiento único estanca a los pueblos.

El caso de la joven Beatriz, a quien se le negó el aborto terapéutico reabrió el debate sobre la prohibición total del aborto en El Salvador y puso de manifiesto el gran peso de la religión en la sociedad. Desde una perspectiva de izquierdas, ¿cómo abordó el periódico esta polémica que también acaparó la atención internacional?
En efecto, la sociedad salvadoreña es muy conservadora, casi todo gira alrededor de la religión. Tenemos un país muy religioso, donde casi el 50% es católico y otro 45% corresponde a diversas tendencias evangelistas y protestantes, y ello repercute en este tipo de temas. Los medios de comunicación también son reflejo de este conservadurismo religioso. Es por ello que insisto en la necesidad de democratizar el tratamiento de algunos temas. Nosotros, por ejemplo, estamos de acuerdo, apoyando a esos grupos de mujeres que están abanderando el tema del aborto. Las mujeres en El Salvador no están planteando el aborto a ultranza sino en ciertos supuestos, como lo es el aborto terapéutico. El caso de Beatriz iba en esa dirección. Todos los medios de derecha promovieron un pensamiento en el sentido de que no se le debía permitir el aborto. Nosotros, como periódico, hicimos todo lo contrario. Tocando el tema con mucha seriedad y a favor del aborto terapéutico que pedía Beatriz.

En este momento, en el país tenemos 17 mujeres condenadas en la cárcel por abortar. La mayoría de esos abortos, según los propios expertos, fueron no provocados; se debieron a problemas ocasionados por anemias, por alguna enfermedad…Pero, pese a ello, las 17 están en prisión y algunas condenadas a 40 años de prisión como si fueran las más grandes criminales de la nación cuando hay criminales condenados a 15 años. Nosotros estamos acompañando el esfuerzo de estas mujeres. De hecho, en el periódico insertamos temporalmente en la portada un cintillo señalando que se ha cometido una injusticia con esas 17 mujeres. Nuestro papel en este tema en concreto es dar visibilidad a un problema que otros lo atacan o lo ocultan pero que es importante tratarlo porque es parte de la realidad salvadoreña. La sociedad y los medios de derechas, en general, tratan con doble moral el aborto, porque si lo comete una joven con pocos recursos económicos, es castigada con la cárcel, mientras que las hijas de los pudientes van a Miami o a Panamá a abortar y después regresan tranquilamente al país a vivir libres y felices, que merecido se lo tienen por supuesto pero las pobres no gozan de ese merecimiento.

Hay mucha labor por hacer, de ahí la necesidad de que haya más medios que vayan en contra de ese pensamiento conservador. A fin de cuentas, ¿de qué sirve que el Gobierno esté en manos del FMLN si no tiene la mayoría en la Asamblea Legislativa, que es donde se deciden las leyes? Es bien difícil que la izquierda, aun apoyando a estos sectores, pueda lograrlo en estos momentos. El FMLN solo tiene 34 diputados cuando el Parlamento está conformado por 84, y la derecha no va a hacer cambios en la Constitución porque debe tener ese voto de la derecha para mantenerse en el espectro político. Igual sucede en otros países. Los parlamentos, el espacio donde se hacen las leyes y se pueden promover los cambios, están controlados por la derecha, de ahí que los gobiernos de izquierda tienen poco margen de maniobra, aun y cuando estén de acuerdo con ciertos temas. Yo no puedo hablar en nombre del Gobierno en el caso del aborto, pero yo creo que nuestro presidente y el anterior tiene un grado de comprensión hacia la necesidad de estas mujeres pero no puede hacer más. Insisto en la importancia de que haya más medios que acompañemos este pensamiento moderno para sensibilizar a la sociedad. Si solo están los medios de derechas, no se va a producir tal sensibilización. Y el tema del aborto debe ser tratado muy seriamente y ello implica más educación, sensibilizar a la sociedad de que, por ejemplo, no es justo que una niña de 14 años tenga que dar a luz a un niño después de un acto de violación. Tratar este tema en base a una moral falsa o fundamentada en la religión es inhumano y retrógrado. Los medios de izquierda tenemos la obligación de educar en ese tema.

Otro de los temas sensibles además del aborto es la violencia de las maras. ¿Cómo valora la cobertura mediática que recibe este fenómeno?
Lo que se debe hacer es informar contextualizando los hechos, no inflando este tipo de noticias. Si uno lee los periódicos en El Salvador o ve la televisión, da la impresión de que todo el país es violento y no es así. La violencia de las maras y de las pandillas solo está concentrada en 25 de los 262 municipios que tiene el país. El primer compromiso de lo medios debería ser informar de forma responsable, no exagerando los hechos, no dándole tanto espacio. Con frecuencia la foto de portada es de un homicidio, el titular principal es de un homicidio. Eso afecta a la ciudadanía, le ayuda a crear más miedo y a pensar que el El Salvador es todo violento, que no hay ni un momento de paz y tranquilidad. Cuando digo no dejar de informar significa sacar esa noticia en la página 5 o en la 6, en una fotografía en blanco y negro y no a color, a dos columnas y no a seis como habitualmente ocurre. Debemos combatir ese tipo de tratamiento, también en aras a lograr una sociedad mentalmente sana porque si los homicidios ocupan todos los días las portadas, al final los lectores de estos periódicos terminan enfermando.

La derecha atacó el proyecto de la tregua entre las maras, quisieron hacerlo fracasar y casi lo lograron. Una forma de hacerlo era presentando esos homicidios en las primeras planas. Con eso estaban diciendo ‘miren, la tregua no funcionó’. En efecto, la tregua no erradicó al 0% los homicidios pero en 2012 hubo 1.500 menos de los 4.000 que se venían registrando al año. Lo que significa que la tregua funcionó. La derecha siempre destaca lo negativo para afectar al Gobierno y al FMLN