La dimisión anunciada por los dos ediles de Trebiñu no se podrá hacer efectiva hasta el pleno previsto para el 2 de enero, aunque Cortés ha afirmado que intentará convencer a los dos concejales de que «aguanten» lo que queda de legislatura.
Sin embargo, ha insistido en que la dimisión no implica ninguna crisis interna en el grupo y ha asegurado que «hay banquillo suficiente» para sustituir a los concejales si deciden seguir adelante con su intención y entregar el acta de concejal.
El Ayuntamiento de Trebiñu ya dio un vuelco hace dos años cuando la alcaldesa, Inmaculada Ranedo (PP), fue desbancada mediante una moción de censura que presentaron los cuatro concejales de las dos agrupaciones de electores del enclave, con el apoyo del concejal de Bildu y la abstención del edil del PNV.