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Un remero de Urdaibai dice que en 2010 el club les pinchaba hasta ocho veces cada día

Un remero de Urdaibai ha declarado este lunes en el inicio del juicio por presunto dopaje que en 2010 el club les suministraba a diario hasta un máximo de ocho inyecciones con sustancias ilegales.

El antiguo médico de Urdaibai, Gorka Garay, durante su declaración en el juicio. (Marisol RAMÍREZ / ARGAZKI PRESS)
El antiguo médico de Urdaibai, Gorka Garay, durante su declaración en el juicio. (Marisol RAMÍREZ / ARGAZKI PRESS)

En el juicio que se ha iniciado contra la presunta red de dopaje en el club de remo de Bermeo, han declarado los diez acusados, entre los que se encuentran el presidente Josu Zabalondo, el entrenador José Manuel Francisco, el médico Gorka Garay y la enfermera Arantza Ormaza, junto a otras seis personas, y también ha testificado como testigo protegido un remero de esa embarcación.

«Nos pinchaban en la vena, en el hombro, en la tripa, en el culo…», y preparaban «más de ocho jeringuillas, mucho más» para cada remero que se administraban después de los entrenamientos, así como también antes y después de cada prueba, ha revelado este testigo.

Era el propio entrenador y la enfermera del club quienes solían administrarles ese cóctel de sustancias asegurando a los deportistas que eran vitaminas y hierro, aunque los miembros del equipo, ha aseverado, sospechaban que no era así.

Ha relatado que un día, después de recibir esas inyecciones, comenzó a sentirse «muy mal, con vómitos, mareos y temblores» y comunicó al club su decisión de no volver a aceptar que se le administrara nada más, tras lo cual fue apartado del grupo.

Tras varias semanas sin inyectarse, en agosto de ese año visitó el club un médico «que se presentó como profesor de la Universidad de Extremadura» –Marcos Maynar–, quién dijo que «estaba ahí para ayudar a Urdaibai a ganar la Bandera de La Concha y que no cobraría nada si no lo conseguía».

El mismo Maynar, según este testigo, procedió a pinchar a todos los deportistas ayudado por el entrenador, y él mismo accedió a «poner el brazo otra vez», porque confió en la profesionalidad del médico. Sin embargo, se repitieron sus mareos y vómitos, y decidió no volver a acceder a que le inyectaran porque «se sintió como una víctima» y que se estaban «aprovechando» de él.

Ha señalado que hasta la llegada de Maynar el club tuvo resultados «malos» en la primera parte de la temporada pero que, cuando comenzaron a multiplicarse los pinchazos, Urdaibai remontó hasta conquistar la Liga ACT y que ganaron «sobrados» la Bandera de La Concha.

En su declaración, Maynar ha asegurado que fue a Bermeo en viaje familiar, que sólo asesoró al entrenador sobre la posibilidad de que sus remeros estuvieran recibiendo un entrenamiento demasiado duro y que prestó al club una máquina para hacer análisis específicos. Ha negado que enviara paquetes con sustancias dopantes al club y que recibiera por ello varias transferencias bancarias.

El médico del club esa temporada, Borja Garay, ha reconocido que inyectó algunas sustancias como efedrina y carnicor, que había dejado pautadas un anterior facultativo de Urdaibai sin hacer ningún tipo de comprobación de las analíticas de los deportistas y que las compró en la farmacia de su cuñada sin receta médica.

Otra de las acusadas, la esposa de un agente de la Policía española que anteriormente había sido ciclista, ha reconocido que aquel mes de agostó envió tres paquetes con EPO (Eritropoyetina) y Darbepoetina a una entidad bancaria de Bermeo en la que trabajaba el presidente de Urdaibai, Josu Zabalondo, y que por ello recibió 2.400 euros del club. Ha asegurado que Maynar había supervisado las sustancias que había consumido su marido cuando competía deportivamente.

La enfermera de Urdaibai ha dicho haber inyectado lo que cada día estaba pautado en una hoja con el nombre de los remeros y el presidente del club ha negado conocer ese tipo de actuaciones.

Los diez acusados se enfrentan a una petición de pena de la Fiscalía de dos años y seis meses de prisión por la comisión de un delito continuado contra la salud pública, y se pide un año más para el que fuera médico del club en ese momento, por falsificación de documento.

La Fiscalía sostiene que administraron a los remeros eritropoyetina(EPO), dexametasona, nandrolona, hormona luteinizante y tetracosactina, entre otras sustancias estimulantes y hormonas, algunas de las cuales pueden ocasionar graves trastornos de salud e incluso pueden llegar a provocar la muerte.

La investigación se inició de oficio tras unas acusaciones del entonces preparador de Kaiku, José Luis Korta, al término de la celebración hace cinco años de la Bandera de la Concha. El propio Korta se ha personado en este juicio como acusación popular.