Trabajadores de distintas plantillas del sector, ataviados con cascos y buzos de trabajo, han abierto la marcha portando la pancarta de cabeza con el lema «Gure industriaren defentsan. Por una política industrial real».

A la misma se han sumado representantes de varios partidos políticos, entre ellos formaciones con responsabilidades de gobierno como PNV y PP, un gesto que algunos participantes en la movilización han saludado como una muestra de su apoyo a la reivindicación y otros han interpretado como una evidencia de la «propaganda» que utilizan los ejecutivos para maquillar la realidad que ha llevado a convocar la manifestación, la constatación de que la Administración no está parando el goteo de despidos y cierres de empresas que en muchos casos presentan incluso beneficios.

Asambleas de parados y comités de Arcelor Mittal Zumarraga, Vicinay Sestao, Eaton, Gamesa o Servicios Siderúrgicos Centralizados, subcontrata de arcelor Mittal Sestao, son algunos de los colectivos de trabajadores que han marchado con pancartas propias. Pese a que sus realidades son diferentes, todos ellos han reclamado políticas que frenen los despidos y creen empleo en condiciones dignas.

En la marcha, convocada por los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT, y que ha contado con la adhesión de otras centrales como Steilas, ESK o LSB-USO y cientos de comités de empresa, han participado también trabajadores de la planta asturiana de Arcelor Mittal y de Parados Precarios de Asturias, que han llegado esta mañana a la capital vizcaina para solidarizarse «con los compañeros vascos». Según han explicado, aunque no tienen «cierres anunciados, creemos que podía haberlos si seguimos así».

A su llegada a la Plaza Moyúa, la manifestación se ha encontrado con la movilización de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak-Bizkaia que se reúne hoy en el lugar para denunciar el drama de los refugiados y la postura que ha adoptado Europa y la protesta de la Marcha Mundial de las Mujeres para denunciar el régimen de explotación con el que se fabrican prendas de vestido que se comercializan en Europa, con las que se han intercambiado aplausos y muestras de apoyo.

Algunos de los participantes en la marcha por la industria se han hecho con banderas en defensa de los derechos de los refugiados y han mostrado camisetas con lemas contra la esclavitud.

La movilización ha concluido en el Arenal, donde se han reunido en primer plano las pancartas de diversas luchas de centros de trabajo, con la lectura del manifiesto de las cuatro centrales convocantes en las que denuncian que la situación actual es fruto de «décdas de una falta de política industrial y de unos gobiernos absolutamente sumisos al poder económico».