En el escrito en el que solicita las citadas penas para cada uno de los acusados de cara al juicio, desgrana el relato de lo sucedido en la noche del 6 al 7 de julio del año pasado. En el mismo indica cómo hacia las 2:50 horas, los cinco acusados se encontraban en la plaza del Castillo. Uno de ellos, J.P.M., se encontraba sentado en un banco cuando se sentó en el mismo banco C., de 18 años y natural de Madrid, que también había acudido a Iruñea a disfrutar de las fiestas. A continuación, se acercaron el resto de los acusados.

A las 3:00 horas, la joven les dijo que se iba a dormir al coche con el que se había desplazado a Iruñea con un amigo. Los acusados le dieron que le acompañaban , aunque «la intención de ellos era la de buscar un lugar donde mantener relaciones sexuales en grupo con ella, propósito que C. desconocía», señala la Fiscalía en su escrito.

Tras analizar la posibilidad de realizar lo que buscaban en un portal de la misma plaza del Castillo, intentaron conseguir una habitación en el hotel Europa, pero al no conseguir una, se dirigieron hacia la calle Paulino Caballero.

Entonces, uno de ellos consiguió acceder al portal número 5 y entonces «dos de ellos agarraron a C. por los brazos y la metieron en el portal, tapándole la boca y dicéndole que se callara y no gritara», desgrana la Fiscalía. A continuación, según continúa la Fiscalía, los cinco acusados abusaron sexualmente de ella de diferentes maneras, mientras grababan todo en vídeo y realizaban fotografías con sus móviles «sin el conocimiento y consentimiento de C».

Cuando los acusados «se dieron por satisfechos», salieron del portal a las 3:27 horas y «valiéndose de la misma situación intimidatoria creada a la víctima y actuando de común acuerdo» se apoderaron del móvil de la joven (tras quitarle la tarjeta SIM y la tarjeta de memoria), teléfono que fue encontrado horas después.

Tras salir también del portal, la joven fue auxiliada por una pareja, siendo trasladada a un centro médico para ser atendida. A raíz de lo ocurrido, la Fiscalía recoge que la joven madrileña «sufre trastorno de estrés postraumático para el que se recomienda tratamiento psicológico, no siendo posible valorar secuelas psicológicas hasta que transcurran al menos dos años».

Mientras, los acusados se separaron, pero se reunieron de nuevo para correr el encierro. Entonces fueron identificados por agentes de Policía Foral sobre las 8:15 horas y posteriormente fueron detenidos en Sanduzelai, donde se encontraba uno de ellos.

Tras el relato de los hechos, la Fiscalía señala que pide para A.G.E., J.E.D., J.P.M., A.C.E. y A.B.F. un total de 22 años y 10 meses de cárcel para cada uno de ellos, además de una indemización de 100.000 euros para la víctima por el daño moral recibido.