Al parecer, y según ha explicado a este medio, la principal razón es que «no puedo trabajar donde no me dejan», además de que «con algunas personas no quiero estar», sin especificar a quiénes se refiere. «En su momento ya trasladé mi visión de las cosas, pero en estas condiciones no podía seguir, no me siento cómodo ni identificado», ha ampliado.
Baile, que ha especificado que «no deseo echar más gasolina al tema porque no quiero que el club salga perjudicado», matiza que «donde no me quieren, no estoy a gusto», además de señalar que «me voy con las maletas cargadas de deudas».
Su renuncia abre una nueva crisis dentro de la junta y está por ver si también en el club. Algunas informaciones apuntan a que Sabalza deberá elegir a un nuevo integrante para su órgano directivo, al ser obligatorio un número mínimo de cinco personas, pero según el portavoz de dicha junta, Alfonso Ramírez, y amparándose en el acta de la última asamblea de socios compromisarios celebrada hace un mes, el proceso electoral ya está abierto, por lo que considera que la junta podría continuar con cuatro miembros sin tener que dimitir y dar paso a una gestora.