En su escrito de acusación, la fiscal Ana Noé considera a Espot autor de los delitos de «injurias al rey y ultraje a España», por lo que será finalmente juzgado próximamente ante el Juzgado Central de lo Penal.
Estos hechos, según destaca la Fiscalía, «fueron presenciados públicamente por millones de personas, y generaron un sentimiento de indignación en gran parte de la población española en cuanto fueron despreciados y rechazados símbolos representativos de su dignidad como pueblo y como nación».
La fiscal sostiene que el acusado actuó «en ejecución de un plan preconcebido y planificado por él mismo con el deliberado y firme propósito de ofender y menospreciar al Jefe del Estado español y al himno nacional, por lo que ambos representan como símbolos para los sentimientos colectivos identificados con la nación española».
En el marco de ese plan, Espot publicó el 28 de mayo de 2015 en el perfil de Facebook de Catalunya Acció un manifiesto titulado «Por la pitada al himno español y al rey Felipe de Borbón».
En el texto se señalaba que la final de Copa era «una ocasión inmejorable para manifestar una vez más que queremos dejar de se súbditos del reino de España".
A este manifiesto, según la fiscal, se adhirieron una decena de asociaciones soberanistas, y el 29 de mayo todas ellas junto a Catalunya Acció, desde su perfil de Facebook, anunciaron que repartirían «miles de silbatos a los asistentes a la final» para «hacer más sonora la protesta contra la presencia del monarca español y la interpretación de la marcha real en la capital de Cataluña».
Finalmente, recuerda el escrito, el día de la final se produjo «una masiva y colectiva pitada» que hizo «inaudible» el himno, mientras se retransmitía este acto «nacional e internacionalmente, consiguiendo así el acusado la materialización del plan ideado».