Martxelo Díaz

Lunes por la mañana. A las 8.17 suena el móvil. Sobresalto. Es un SMS del Gobierno navarro. Anuncia que a las 10.30, el consejero José Javier Esparza –ese que suena como heredero de Barcina– comparecerá para «informar sobre licitación zona regable ampliación Canal Navarra». Parece importante. A las 10.05 hago la crónica semanal en Info 7 Irratia y me voy para allí. Igual hasta dicen quién es el que se va a llevar la concesión de la polémica obra.

Total, que llegamos a la Sala de Prensa del Gobierno y Esparza nos suelta que dentro de dos o tres semanas van a aprobar una norma por la que para adjudicaciones de más de 12,5 millones de euros será necesario un informe del correspondiente colegio profesional. El consejero no sabe precisar qué colegio será (si bastará con el de Ingenieros o hará falta otro), pero dice que van a proponer a la Mesa de Contratación de la segunda fase del Canal de Navarra que aplique ya esta norma que aún no está en vigor. A partir de ahí, la comparecencia deriva en loas al Canal y en críticas a EHNE por oponerse a esta obra que, según UPN, tanta riqueza va a traer. Y punto.

Saludamos a los colegas, que tampoco entienden la premura de la convocatoria, y nos dirigimos a la oficina. Explicamos qué ha pasado y nadie comprende nada. "Seguro que hay algo raro que no nos olemos», dice alguno.

Y efectivamente, lo hay. Al día sigiuiente, “Diario de Navarra" titula, como en las grandes ocasiones, a cinco columnas: "El Gobierno retrasa la adjudicación del Canal para reforzar la transparencia". ¿Cómo? El estupor aumenta cuando se ve que la editorial lleva por título "Máximo ejercicio de transparencia".

Máximo ejercicio de transparencia sería que Esparza hubiera dicho que la solicitud a la Mesa de Contratación se iba a realizar en la reunión que se iba a celebrar en apenas media hora. O que lo hubiera puesto en la nota de prensa que envió. Pues no, parece que el Gobierno navarro entiende la transparencia en avisar solo de las cosas que interesan a “Diario de Navarra”.

Pues leyendo el diario de Cordovilla nos enteramos de que la Mesa de Contratación celebró ayer la reunión y que se abrió la caja que contenía las ofertas. El consorcio Acciona-Iridium logró 239,25 puntos y OHL-Agbar 279. Hasta ahí todo parecía normal, pero a renglón seguido Miguel Horta, el presidente de la Mesa de Contratación, anunció que aceptaban la sugerencia del Gobierno y que no decidirían hasta que haya un nuevo informe, tal y como pidió el Gobierno.

O esto es lo que cuenta “Diario de Navarra”, que es el único medio que estuvo en todo el follón. Parece que las cosas están revueltas entre los grandes grupos constructores del Estado español y que andan a pedrada limpio.

¿Será todo este montaje porque en “El Banquete”, el libro que rompe records de ventas, se anunció que Agbar sacará tajada del Canal de Navarra? ¿Será porque Agbar está bajo el paraguas de Criteria, que dirige Enrique Goñi, y sonaría raro que le dieran esto? ¿Hay que maquillar la presencia de Francisco Iribarren? ¿Habrán querido dar una imagen de que es una concesión limpia? ¿Tendrán algo que ocultar?

Lo único claro es que lo que sucedió el lunes fue cualquier cosa menos transparente.