Lidon Soriano
Euskal Herria - Palestina Sarea

Comentarios desde la perplejidad

Euskal Herria-Palestina Sarea sobre el artículo: «Rebeldes sirios curados en hospitales del ‘enemigo’ israelí»


Sorprende, cuanto menos, el gran titular de la página 6 del GARA del día 23 de abril de 2015: «Rebeldes sirios curados en hospitales del ‘enemigo’ israelí»; pero, sin duda, resulta más llamativo aún su contenido por la exhibición masiva de tópicos, aderezado de un intencionado maniqueísmo que pretende vender al lector las bondades del estado de Israel, ocultas al mundo por «tiranos asesinos». Y nosotros sin saberlo…

No vamos a analizar en profundidad el trasfondo político de la temática abordada pues precisaría un artículo en sí mismo. Tan solo, nos gustaría apuntar que el hecho de que Israel ayude a esos soldados sirios que en su mayoría pertencen a Al Nusra Front (que se declara parte de Al Qaeda) no es casual. Israel como muchos otros países intentan obtener su rédito político del conflicto y destrucción de Siria. Estos soldados/mercenarios actúan, según apuntan todos los indicios, siguiendo ordenes de Arabia Saudí de quien Israel se ha declarado en varias ocasiones aliado para apoyar a los movimientos sectarios sunitas como «mal menor» contra Al Assad y Hezbollah, es decir, su actuación no es humanitaria, es estrategia política. Además no hay que olvidar que Israel participa, de facto, en el conflicto en Siria bombardeando el territorio sirio y a sus ciudadanos. Un ejemplo claro, aunque daño colateral para el estado sionista, fue el asesinato del casco azul Francisco Javier Soria por parte de Israel que, siendo condenado por la ONU como deliberado es calificado por el gobierno español como imprudencia. Sin comentarios.

Dicho esto y sin, insistimos, pretender hacer un análisis en profundidad de esta cuestión pasamos a desmontar los tópicos más burdos de los que hace gala este artículo:

1- El Código de Ética Médica de la Asociación Médica Mundial (AMM) establece en sus normas generales, enmendadas por la 63ª Asamblea General de la AMM en Octubre de 2012 que, si al cumplir con su deber profesional el médico tiene un conflicto de lealtades, su primera obligación es con sus pacientes. En todas sus actividades profesionales el médico debe respetar las convenciones internacionales sobre derechos humanos, derecho internacional humanitario y las declaraciones de la AMM sobre ética médica. Es, por tanto, obligación del personal sanitario de cualquier estado el atender a cualquier persona herida en un conflicto. Por tanto, Israel no hace más que cumplir con la legislación internacional vigente ya que es su obligación. No tiene ningún mérito ni resulta en absoluto solidario, como reza el artículo.

2- Relatar que una persona siria de identidad desconocida cambia su opinión sobre Israel porque en uno de sus hospitales le han atendido de sus heridas es comprensible, pero cuanto menos, simplista. Intentar trasladar la idea de que la bondad individual redime al colectivo es, no solo simplista, sino también absurda y, en este caso, parece querer transmitirse con una clara intencionalidad, por parte del autor del artículo, la idea de normalización del estado de Israel.

3- En los altos del Golán, ocupados por Israel desde la guerra de 1967, se ha dado un proceso de convivencia impuesta por parte del ocupante que, con el tiempo y el cansancio de la población autóctona siria, ha ido convirtiéndose en habitual, sin que eso signifique que se ha dado una perfecta integración del ocupante con la población ocupada. De hecho, todavía existen algunos pueblos como Majdal Shams que, a modo de reductos galos, continúan con su lucha civil y cotidiana contra la ocupación israelí; o al igual que ocurre con Al Marsad ONG de los Altos del Golán que trabaja en el seguimiento y la documentación de las violaciones israelíes de los derechos humanos de los árabes sirios en su territorio, tanto pasados como presentes, así como en lo relativo a los graves incumplimientos israelíes del derecho internacional.

4- Cuenta el periodista que Israel ha «olvidado» las 4 guerras en las que ha combatido contra Siria. Entendemos que se refiere a la guerra de 1948, conocida en la región como la Naqba, la de 1967, conocida como la Naqsa, la de 1973 o guerra del Yom Kipur y, suponemos, que la cuarta hace referencia a la invasión del Líbano de 1982, aunque en este caso Siria tuvo un papel de mediador. No nos extraña que pueda haber olvidado esas guerras (ocupación, más bien, en el caso de la Naqba y la Naqsa) ya que, excepto la guerra del Yom Kipur, el resto, de forma directa o indirecta, las provocó Israel. Por si no fuera suficiente motivo de olvido el haber provocado las guerras/ocupaciones, debemos recordar que el mayor número de muertos, heridos, refugiados y desplazados no fue precisamente israelí, lo que, evidentemente favorece el olvido. Sin embargo, a este respecto resultó tremendamente esclarecedora la película de animación de Ari Folman «Vals con Bashir» en la que muestra el mecanismo psicológico de amnesia autoimpuesta que el grueso de la población israelí realiza, normalmente, tras su paso por el ejército porque, debe ser, que muy tranquilos con su conciencia no están. Y este sí es un problema colectivo, no individual. Recomiendo, para mayor esclarecimiento de  este punto visitar la página de la ONG israelí Breaking the silence: http://www.breakingthesilence.org.il

5- Llamativa también resulta la expresión «el ejercito israelí vela por la frontera», como quien vela y cuida de un paciente cuando lo que hace el ejercito israelí es mantener militarmente y por la fuerza de las armas la frontera de un territorio que ocupó ilegalmente en 1967 y que se niega a devolver, como sería su obligación cumpliendo la R. 242 del Consejo de Seguridad de la ONU que así lo determina desde ese mismo año.

6- Se relata que el número de sirios tratados en el ZIV Medical Centre israelí es de 459, siendo un 17% de ellos menores. Quizá haya que recordar al periodista que firma este artículo que de los casi 2200 palestinos asesinados y los más de 12.000 heridos en la Franja de Gaza, solo en la última agresión militar israelí, denominada «Margén protector», La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) determinó que el 70% era población civil y según el Centro Palestino de los Derechos Humanos (PCHR) casi el 45% eran menores. Las cifras objetivan y objetivamente, siempre que se trata de muertos, heridos o desplazados, acusan a Israel, no lo redimen. Nunca.

7- Para terminar el artículo el autor nos comenta que los médicos que atienden a estos heridos se sientes esperanzados de que los sirios vean la otra cara de Israel. Y esa esperanza es compartida por Arye Mekel, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, quien, entendiendo que la imagen de Israel es una cuestión de estado, expuso su estrategia que resumimos en unas de sus intervenciones: «Enviaremos por el mundo a nuestros novelistas, cantantes y escritores más conocidos, compañías de teatro, exposiciones… De esta forma mostraremos el rostro más amable de Israel y evitaremos que se nos identifique únicamente en un contexto de guerra» (recogido por ‘The New York Times’, 3 de marzo de 2009).

El gran problema es que Israel solo tiene una cara y es la cara del sionismo, movimiento mesiánico nacionalista de tinte colonialista y racista. Lo demás, excepciones honrosas o cumplimiento de la legalidad internacional, no hay más y quien lo dude no tiene más leer libros tan interesantes como Before their diáspora de W. Khalidi o La limpieza étnica de Palestina del Dr. Ilan Pappe. Todavía más elocuente resulta visitar los territorios palestinos ocupados, principalmente la Franja de Gaza para entender que no es posible ver la otra cara de Israel, sencillamente, porque ésta… no existe.

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