Aunque quizás el reto más importante de esta nueva legislatura en la Federación sea el organizar un proceso de participación de las Entidades Locales, que sirva para tener un diagnóstico de la situación actual y extraer propuestas que la Federación pueda plantear en la futura Ley de Administración Local que se tramite en el Parlamento. 


En esta vida todo es mejorable y lo que hagamos ahora ojalá con el tiempo otros lo mejoren. Considero que en este momento la sociedad está demandando avanzar hacia una democracia participativa, hecho que comparto, y entiendo que las instituciones han de dotarse de estructuras organizativas que reflejen mejor esta demanda. La estructura organizativa de la Federación Navarra de Municipios y Concejos puede ser mejorada en los siguientes aspectos:  que sea un organismo más autónomo del Gobierno de Navarra y defienda exclusivamente los intereses de las Entidades Locales, que la elección de los miembros de la Comisión Ejecutiva se realice mediante un proceso que garantice un mayor grado de participación, independencia y de conocimiento de las personas y sus propuestas, que los votos para la elección de los representantes de la Federación tengan en cuenta la composición de sus Municipios (por ejemplo, actualmente el voto del Alcalde de Pamplona/ Iruña vale 95 votos o el de Burlada 25 votos; mientras que el resto de partidos o candidaturas de estas corporaciones no tienen ningún porcentaje de voto), celebrar al menos dos asambleas ordinarias anuales, tener más en cuenta que Navarra tiene dos lenguas (castellano y euskera), mayor transparencia con la publicación de las actas, así como ampliar los servicios que presta a sus asociados. Aunque, más allá de la opinión que cada uno podamos tener sobre los Estatutos de la Federación, creo que las modificaciones que decidamos hacer tendrán que ser mediante acuerdos muy amplios que garanticen la estabilidad de los mismos, de lo contrarío  se puede caer en la imposición de una mayoría actual, que deje de serlo en la siguiente legislatura. 


En esta nueva legislatura se presentan cambios importantes en la representatividad de la asamblea, y aunque los partidos políticos acaparan la información mediática sobre el resultado de las elecciones Municipales (la cifra de alcaldías es la siguiente: EH Bildu 37, UPN 23, PSN 18, 6 Gero Bai, 3 Eskerra y 1 PP), el mayor número de alcaldes de Ayuntamientos que tiene voto en la asamblea de la Federación son los representantes de candidaturas independientes con un total de 158, más la gran mayoría de independientes que presiden los Concejos.  Entiendo que lo deseable sería que en la asamblea cada representante lo hiciera en nombre de su Municipio o Concejo y no del partido político al que pertenezca.

El interés que tengo para presentarme a Presidente de la Federación surge como consecuencia de mi motivación por impulsar un proceso de participación de las Entidades Locales, ello me llevó a cuestionarme y estudiar cuál era el funcionamiento de la FNMC. Desgraciadamente la historia está plagada de momentos en los que unos nuevos políticos se hacen con el poder y desde la buena voluntad tratan de humanizar más la sociedad, pero tengo claro que eso por sí solo no funciona, que hace falta transformar las estructuras, las formas en las que hacemos e incluso decimos las cosas, de lo contrario, en el fondo nada cambia y con el tiempo todo está igual. Ahora es tiempo de comprometernos y considero que desde la Presidencia de la Federación se puede influir en fomentar los valores humanos, a los cuales llevo implicado desde muy joven.