Un cambio, que busca la ruptura de las políticas de ajuste impuestas principalmente desde Alemania, una ruptura que quiere responder a la Troika y sus hombres de negros. Un cambio al que no han tardado de responder con virulencia Bruselas, Merkel y quienes le rodean. Amenazan el cambio, con ostracismo económico, con salida del euro… no quieren que nadie se salga de su guión, pero la dignidad se va a imponer al chantaje.

Por eso, coincidimos con el filósofo Zizek cuando a afirma que Syriza son la voz de la razón hablando en contra de la locura de los mercados y que con su disposición a hacerse con el poder, han desterrado el miedo de la izquierda a ocupar el asiento de mando debiendo actuar con una maravillosa conjunción de ideales y pragmatismo.

Grecia necesita un cambio, porque la política europea también lo necesita. El resultado electoral de este domingo en la península helénica puede marcar un  cambio de rumbo que mire hacia el resto de Europa. El propio líder de Syriza, Alexis Tsipras  se ha expresado claramente sobre la transcendencia del momento: “Grecia se encuentra a las puertas de un cambio de envergadura histórica. Syriza ya no es sólo una esperanza para Grecia y los griegos.  Representa también la expectativa de un cambio de rumbo para toda Europa. Porque a menos que cambie su política, Europa no saldrá de la crisis, y la victoria de Syriza en las elecciones del 25 de enero no hará más que robustecer a las fuerzas del cambio. Porque el callejón sin salida de Grecia es el callejón sin salida de la Europa de hoy.”

Efectivamente, un cambio de rumbo en Grecia también será positivo en nuestra tierra. En Navarra como en Grecia asistimos a posibilidad del cambio político y social, al final del Régimen de UPN y PSN. Un régimen que ha venido apoyándose en los dictados de la Troika, del FMI y, en definitiva, de los mercados para imponer en nuestra comunidad un modelo socio-económico incapaz de satisfacer las necesidades de todas las personas, en lugar de servir a los dictados de las élites. Ambos pueblos tenemos un enemigo común y no es pequeño, precisamente.

En Navarra necesitamos el cambio social que deje de lado, definitivamente, las políticas de  austeridad, los recortes sistemáticos  de derechos y prestaciones sociales, la creciente desigualdad de género...Pero para ello tenemos que ser capaces de hacer frente a las amenazas y chantajes de todo tipo que se van a presentar para impedir que ese cambio se materialice. Aquí nos anuncian ya catástrofes si se produce el cambio político y social. Pero igual que en Grecia, la ciudadanía es ya mayor de edad para decidir qué mayoría política desea que le gobierne y haga frente a la situación de emergencia social que se vive en buena parte  de nuestra sociedad. La activación de los sectores populares  ha sido imprescindible en Grecia y las movilizaciones sociales en Navarra están siendo uno de los motores que impulsan el cambio.

Aquí, como en Grecia y en otros pueblos de Europa, ha llegado el momento de que seamos capaces de unir a los sectores populares, de izquierdas y progresistas y  para que, una vez celebradas las elecciones de mayo, nos pongamos de acuerdo en un programa de gobierno para el cambio político y social.

Las elecciones en Grecia van a representar la defensa de la soberanía del pueblo griego para decidir qué políticas quiere que se implanten, van a representar la defensa de los intereses de las clases populares y la defensa de la democracia, sin aceptar injerencias ni amenazas. Algo muy parecido a lo que necesitamos en Navarra: derecho a decidir en todos los ámbitos y justicia social. Estos serán los ejes del cambio político que va a florecer en mayo en nuestra tierra y que este domingo el pueblo griego va a refrendar.  Hoy en Atenas vamos a ver que la ciudadanía es la protagonista del cambio, como veremos que el 24 de mayo lo será navarra, hoy en esta histórica ciudad compartiremos con estos sectores populares la alegría del triunfo de la dignidad y soberanía de los pueblos, junto con la justicia social.