Lur Menendez Alzola

La actualización de las DOT en clave colectiva y participativa no termina de despegar

Ha pasado más de un año desde que, en febrero de 2013, el Pleno del Parlamento (con votos de PNV y EH Bildu) instó al Gobierno Vasco a paralizar la actualización de las DOT-Euskal Hiria. En la petición del Parlamento al Gobierno, este también solicitaba la actualización del modelo territorial en base a un proceso participado y deliberativo. En este tiempo, la Consejera Ana Oregi no ha movido ni una sola ficha respecto al proceso de participación, y parece que posterga el debate, sobre el modelo territorial y estrategias de desarrollo desde parámetros de sostenibilidad, hasta el primer semestre de 2015.

Desde 2006 diferentes agentes sociales venimos realizando una llamada a la responsabilidad y al consenso en esta materia. En su día presentamos alegaciones a la aprobación inicial de las DOT en las que solicitábamos la retirada del Decreto de aprobación DOT-Euskal Hiria y el inicio de un proceso de diagnóstico participativo.

Hoy, nuevamente, llamamos a la responsabilidad y la necesidad de generar consensos en materia de modelo territorial y estrategias de desarrollo. Hacemos este nuevo llamamiento, ya que, sin saber muy bien a qué obedecen las prisas, Ana Oregi ha adoptado la decisión de revisar la formula de cuantificación residencial de las DOT.

Esta «revisión de la fórmula» se plantea sin previo diagnóstico del estado del parque residencial, o de la evolución de demanda y oferta de vivienda en las últimas décadas. Y, por supuesto, sin debate. Se trata de una formula sin visión estratégica de desarrollo urbano. Esta fórmula es de aplicación obligada para los nuevos Planes Generales. En ella se marcan mínimos y máximos que obligan a la construcción de vivienda, independientemente de cuanta vivienda construida recientemente esté desocupada. Esta formula no cuestiona los paradigmas de la burbuja especulativa y financiera, sino que los «corrige», pareciera que, esperando una nueva «burbuja menos agresiva» en la que unos pocos se vuelvan a enriquecer a costa del endeudamiento de la mayoría.

Mientras se pretende «colar» esta revisión de una de las cuestiones «técnicas» de las DOT, suenan voces que señalan que la revisión del PTS de carreteras está  a la vuelta de la esquina. El PTS Agroforestal aprobado inicialmente. Y, todo ello, ¿en base a qué modelo de desarrollo? ¿El de 1997? ¿El de las vías rápidas y la movilidad motorizada como paradigma de la modernidad? Están definiendo las inversiones en infraestructuras y la protección y usos del suelo en base a un modelo obsoleto, sin realizar un evaluación del desarrollo del modelo anterior.

Ana Oregi sigue dando la espalda a la realidad de nuestros pueblos y barrios, escuchando cantos de sirena disfrazados de retórica tecnicista. La consejera, a su vez, sigue sin asumir el mandato de la Ley de Igualdad en cuanto a Evaluciones de Impacto de Género en Ordenación del Territorio.

El modelo DOT-Euskal Hiria hipoteca una posibilidad de vida que merezca la para ser vivida a las generaciones futuras. Las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) determinan por dónde pasan las carreteras, dónde se ubican los hospitales, los polígonos industriales, las zonas residenciales, los equipamientos socio-culturales, etc.

Las DOT que están en vigor son del 1997, y son las que anticiparon y dieron cobertura al TAV, los grandes centros comerciales, la polarización y concentración en las tres capitales o la «sobreconstrucción» de viviendas a precios especulativos.

Como consecuencia del citado modelo territorial, las personas que habitan fuera de las grandes urbes han ido quedando en situación cada vez más periférica de los servicios básicos (sanitarios, educativos…), la tierra ocupada por urbanizaciones e infraestructuras en estos últimos años equivalente a 700 campos de fútbol al año, etc.

En vista de lo analizado, es evidente que las DOT han incumplido los objetivos primordiales a los que debería haber dado respuesta: la búsqueda de la cohesión social a través de la corrección de los desequilibrios territoriales, la utilización más racional del suelo y la coordinación entre los distintos niveles institucionales.

Desde que en 2006 el Gobierno Vasco iniciara el proceso de actualización de las DOT, contratando para ello a Fundación Metrópoli como equipo redactor, hasta la aprobación inicial del documento denominado “DOT-Euskal Hiria. NET” que vio la luz en febrero del 2011, no se ha llevado a cabo ningún proceso participativo. “DOT-Euskal Hiria. NET” apuesta por una economía de aglomeración y de escala global, donde las plataformas logísticas, junto con la construcción de nuevas infraestructuras de transporte y mercancías adquieren gran trascendencia. El modelo “Euskal Hiria” reincide en polarizar la actividad, equipamientos y servicios en las tres capitales. Este modelo genera más tráfico rodado, mayores índices de movilidad obligada (para comprar, trabajar, hospitales, etc), pérdida de empleo agrario, desaparición de los pequeños comercios y de las pymes, más artificialización del territorio, centralización de servicios, etc.

Debemos evitar que los árboles nos impidan ver el bosque. Es urgente que el Gobierno Vasco abra un proceso transparente y participativo, estableciendo para ello los mecanismos que den pie a iniciar un diálogo entre agentes sociales, sindicales, políticos, ecologistas, feministas, decrecentistas, etc. para que entre todas podamos debatir y establecer las claves del futuro modelo territorial.

Somos muchas la que estamos construyendo un nuevo modelo en muchos pueblos y barrios de Euskal Herria. Estamos evaluando la herencia de las DOT del 97 para proponer modelos actualizados que asumen los retos de actuales de este país con responsabilidad y proyectos de futuro.

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