Bittor Arbizu

Lesaka y el Nafarroa Oinez 2017

Unos siglos antes hay constancia que el euskera era la lengua mayoritaria del viejo Reino de Nafarroa, cuyo rey Sancho VI el Sabio se refería a ella en 1167 como lingua navarrorum, es decir la lengua de los navarros.

La Ikastola Tantirumairu de Lesaka nos pide que este domingo acudamos a la nueva edición de la fiesta a favor del euskera. Los vecinos en auzolan están preparando con esmero esta entrañable fiesta, para que nos resulte tan atractiva como la celebrada hace ya 29 años. Un nuevo y necesario impulso al euskera, siempre acompañado de un excelente ambiente festivo, en un hermoso marco. Y es que Lesaka reúne imágenes de postal. No sólo el espectacular recuerdo festivo de los dantzaris bailando el Zubigainekoa sobre ambos muros del río Onin recordando la paz firmada entre barrios hace cinco siglos, sino su verdor, abundante vegetación y hermosos caseríos adornando sus laderas. Habría que añadir sus recias y adornadas casas, y la torre de Zabaleta, que Pio Baroja al hablar del histórico y idílico entorno del Bidasoa, creo que la llamaba con admiración Castillo Negro de Lesaka, citando a la localidad como uno de los pueblos de aspecto más decorativo del valle.

No lejos de la zona en 1545 el navarro Etxepare escribió el primer libro impreso en euskara. Los también navarros Axular (1643) y Leizarraga (1571), traductor del Nuevo Testamento al euskara por encargo de la reina de Nafarroa, contribuyeron a fijarla como lengua escrita.

Desde Oriente San Francisco de Xabier, en 1544, indicaba su lengua «la mía la bizcaína (euskara)», y es que para nuestro emblemático santo fue su idioma materno y en el que pronunció sus últimas palabras.

Unos siglos antes hay constancia que el euskera era la lengua mayoritaria del viejo Reino de Nafarroa, cuyo rey Sancho VI el Sabio se refería a ella en 1167 como lingua navarrorum, es decir la lengua de los navarros. Urzainki aporta un dato de 1177 sobre la frontera con Castilla, donde era la lengua de la delegación del reino de Nafarroa. El euskara era el vehículo de comunicación oral único de la población, incluso entre los altos cargos del Reino hasta principios del siglo XV. Dato bastante lógico si vemos los mapas lingüísticos.

De su uso se sabe que en Iruña en 1604 «muchos vecinos y habitantes no sabían ni entendían otra lengua que el dicho bascuence… lenguaje primero y natural de la dicha ciudad». Igual ocurría en Lizarra, donde en 1607 un tercio de la población sólo sabía expresarse en euskara. Aún en 1778 «la tierra vascongada ocupa, de tres partes del Obispado, las dos y más».

Euskara, danona «euskera, de todos» indicaba un folleto del Gobierno de Nafarroa de 1990 (Intxausti, Foronda), donde se lee: «El historiador y primer cronista del Reino, el Padre Moret (1615-1687), expresó enérgicamente el derecho y el deber de conservar el vascuence en los pueblos de Navarra».

Muchos de nuestros deportistas lo utilizan y no sólo de la zona euskaldun, como Iñaki Perurena, Ezkurdia, Olaizola, Bengoetxea, Barriola... sino otros de la Zona Media que lo han aprendido hasta usarlo con fluidez, como Idoate, Pascual, Beroiz, Eulate… Numerosas personalidades de diversos campos de la ciencia, y entre ellas nuestro científico más universal, lo estudian y divulgan, como escribió Etxepare: «Euskara, euskara… ialgi hadi plazara, …ialgi hadi mundura».

No obstante han pasado siglos de prohibiciones, en la enseñanza en 1768, castigos y humillaciones que han incidido en su trágico retroceso, perdurando algunos hasta tiempos no muy lejanos. Recuerdo unas declaraciones de Iñaki Perurena: «Amak beti esaten zuen –eta ez bakarrik nire amak– ‘ondo ikasi erdaraz, ez dakizula gerta niri gertatu zaidana’. Norbait ate joka etortzen zenean, lotsa ematen zion atera joateak erdaraz ez zekielako» (hermes). Un sacerdote de la Sakana comentaba: «Lehen zegoen debekatuta, zigorrak ematen zizkioten mutikoei… Gure amak ez zekien erderaz, Iruñera joaten zenean jendeak barre egiten zion». Es decir se burlaban de ancianas por hablar euskera, la lengua propia que venían hablando desde milenios, además de castigar a los niños en la escuela, porque se les escapaba una palabra en la lengua materna.

Afortunadamente hay aires de esperanza, donde actualmente entiendo que se respetan a todas las sensibilidades lingüísticas. La Presidenta de Nabarra habla euskera, al igual que el alcalde de Iruña/Pamplona, los de Lizarra/Estella, Olite/Erriberri y otras muchas localidades. De este modo sin marginar a nadie, se vela por la dignidad lingüística de las personas que tienen el euskera de lengua materna y de muchas que lo han aprendido, ya que es patrimonio de todos. 

Cada vez son más las localidades de la Zona Media que se incluyen en la llamada zona mixta, en pro de su normalización, como Ancin/Antzin, Abaigar, Aibar…

Respecto al nombre Lesaka, hace años que lo interpretaba compuesto de latsa «arroyo» + aga (lugar de), es decir «donde el arroyo». Ello basado en el estudio de similares como Lesao «la boca del arroyo, manantial», regato documentado ampliamente en Laudio desde 1894. Mitxelena cita la variante Lasao. En Ituren (Nafarroa) tenemos Latsaga caracterizado por ser el barrio donde lo significativo es la regata. Después de ver recientemente en Wikipedia que Orpustan y Caro Baroja hacen interpretaciones similares no me queda ninguna duda.

A pasar un buen domingo, disfrutando de la fiesta y del euskera.

Dena dela, gogoan izan dezagun egindakoa asko bada ere, oraindik nahiko falta dela normalizazioaren bidean. Erabilera aldetik hutsune handiak daude. Horretaz kontzientzia gehiago hartu beharko genuke euskarari eusteko. Neska lesakar batek esaten zidan gazteek haurrekin eta edadekoekin euskaraz egiten zutela, baina haien artean batzuetan erdaraz. Inguruaren eragina da. Ea hobetzen dugun, euskarari bultzada bat emanez.

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