José Luis Úriz Iglesias
Afiliado al PSC viviendo en Navarra

Mi apoyo a Pedro Sánchez ante el acoso intolerable

Este verano no necesitamos la aparición de la típica serpiente de la temporada, la situación política nos da suficientes argumentos para llenar portadas, telediarios, análisis y comentarios.

Por esta razón los poderes fácticos de este país y alguno de fuera no se han podido tomar vacaciones, empeñados en conseguir a toda costa que la derecha siga gobernando, que quienes defienden sus intereses controlados por su férrea mano no tengan ningún percance peligroso.

Como si de una interminable serie de televisión se tratara, no se sabe muy bien si de terror o de humor, estos guionistas van escribiendo a cada instante su argumento. Sin saber muy bien si creando una nueva copia de House of Cards o de Trasparent, vuelven a conseguir un cuádruple salto mortal sorprendiendo al personal.
Se citan estas dos afamadas series porque Mariano Rajoy parece una copia mimética a lo España cañí, del brutal, implacable y manipulador Francis Underwood, mientras que el transformista Albert Rivera se parece cada vez más a  Mort Pfefferman, ese impecable padre de familia que de repente decide convertirse en mujer.

La ficción convertida en realidad a través de dos de las series en las que se puede encontrar lo peor y lo mejor del ser humano. Lo mismo que en estos dos personajes únicos que si no existieran deberíamos inventarlos, para al menos enseñar a nuestros chavales todo lo que no debe ser esa actividad, noble hasta que ellos llegaron, que es la política.

Mientras, las Olimpiadas de Río continúan su tránsito con más pena que gloria para nuestros deportistas. No sólo el fracaso que se avecina es producto del tradicional gafe que se le atribuye a nuestro Presidente de Gobierno, también es una consecuencia del brutal recorte que la crisis y su nefasta gestión ha producido en un deporte nacional casi exclusivamente basado en el fútbol.

Se preveían superar las 18 medallas de Londres, incluso desde el propio Rajoy apuntaba a hacerlo con el récord de 23 de Barcelona. Pasado el ecuador apenas se llevan cinco, por cierto cuatro de ellas ganadas por mujeres. Mientras la falta de una política seria de lucha contra la violencia machista las condenan a batir cifras históricas de mujeres asesinadas por sus parejas ellas se consolidad como género ganando medalla tras medalla.

Pero volviendo a la realidad, el PP falta al respeto al Rey y a la ciudadanía de nuestro país, cuando después de trece días aún no ha fijado la fecha de investidura. Esa prisa por resolver nuestros problemas, que manifestaba el propio Rajoy hace apenas dos semanas intentando presionar de esta manera al PSOE, se ha convertido en pasotismo e irresponsabilidad, incluso con el descaro de irse de vacaciones antes de responder a la propuesta de Rivera.

Habrá que deducir que nuestra sociedad se ha dado un tiro en el pié cuando el pasado 26-J volvió a darle mayoría, incluso con un crecimiento de 14 parlamentarios. Este hecho le ha permitido crecerse incluso hasta el nivel de considerar que puede interpretar la Constitución para su propio beneficio. ¿Tomaremos nota para el futuro?

Resulta intolerable su actitud, pero mucho más la de los medios de comunicación controlados por los poderosos lobbies económicos y financieros que ignoran este hecho.
Con honrosas excepciones todas sus baterías van ahora dirigidas a bombardear las trincheras de un PSOE, que se les ha ido de las manos dirigido por un Pedro Sánchez que ha sorprendido con su coherencia a propios y extraños. Ya no se castigan las de Podemos, ahora el peligro se llama Sánchez y los socialistas. Hacia él van dirigidas las presiones, las que vemos como la punta del iceberg y las que están ocultas y que se prevén brutales.

Cuanta ignominia, cuanta inmoralidad se intuye en esos oscuros movimientos de las clases poderosas y dominantes. Mientras tanto un pequeño grupo de aguerridos militantes de su izquierda resisten a su alrededor como si de una nueva Sagunto se tratara, o quizás rememorando la batalla de las Termópilas, convirtiéndose en los nuevos troyanos y su líder Leónidas.

Son pocos pero se mantienen con la fuerza de las decisiones tomadas en su máximo órgano de dirección, el Comité Federal, la lealtad a sus principios y de saber que la inmensa mayoría de sus bases y de sus votantes no consentirían que se permitiera seguir gobernando a Rajoy y su corrupto PP. Un PP que al destrozar el Estado del Bienestar y recortar todos sus derechos es el responsable de todos sus sufrimientos.

Tienen su líder y su ideólogo, José Antonio Pérez Tapias cuya voz sólo se oye en pequeños medios digitales amordazado y vetado en los grandes. No interesa que la ciudadanía sepa que existe ese grupo de valientes. De la misma manera son silenciados todos los comunicados de Izquierda Socialista o del plural Foro 26-J.
Sólo interesa la presión sobre Pedro Sánchez, así la operación acoso y derribo se culmina con la carta que el pasado domingo Rivera ha publicado en su vocero preferido. Una carta que infringe todas las normas de cortesía y ética y que resulta insultante para la afiliación del PSOE intentando humillar a su líder. Querer darnos lecciones un marxista convencido, de los de Groucho, de esos que tienen principios para cada hora del día, es un acto de irresponsabilidad, de travestismo político nunca antes conocido.

Rajoy y su lacayo Rivera están prostituyendo una práctica que debería ser noble, la política y que ellos denigran hasta límites intolerables.

¿Resistirán ante este brutal acoso estos nuevos numantinos, los atenienses y su líder? ¿O caerán también ante el poder de sus enemigos?

Pedro Sánchez puede pasar a la historia de nuestro país como el que fue capaz de resistir y plantear, si fracasa como parece previsible Rajoy en su investidura, una alternativa de gobierno diferente. Podemos esta vez debe colaborar para estar igualmente a la altura de esa historia por escribir, al igual que unos nacionalistas vascos y catalanes que ya saben lo que es sufrir en propias carnes el rodillo del PP.

Resistamos porque tenemos los números; 180 son más que 170, hagamos un ejercicio de audacia, imaginación y generosidad y pongámonos de acuerdo para como en las Termópilas conseguir debilitar y posteriormente derrotar en Salamina y Platea al vil y cruel Jerjes. Allí resistió ese pequeño grupo de atenienses, griegos, tespios y tebanos, aquí socialistas, podemitas, nacionalistas vascos y catalanes podemos y debemos hacer lo mismo. Nuestra ciudadanía nos lo reclama, nuestra gente se lo merece.

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