Asier Atxabal Gómez

¿Problema externo?

Hace año y medio tomé la decisión de denunciar el incumplimiento en materia de contratación temporal, a talleres Gometegi y Temps ETT.

Denuncia esta, llena de actualidad ya que la implantación de las ETTs, tanto en el Estado español como en Euskal Herria se ha generalizado hasta el extremo de controlar prácticamente todo el mercado de trabajadores temporales.

La demanda original 683/2016 ha obtenido sentencia por parte del juzgado de lo social de Bilbao N1, S21/ 2017, en la que se recoge contratación fraudulenta e interposición ilícita del art. 43ET versus Cesión Ilegal.

La sentencia N21/ 2017 ha sido recurrida en Suplicación, al TSJ de lo social del País Vasco, por parte del trabajador, denunciando despido colectivo de los trabajadores de ETT, amparándose entre otras, en lo siguiente:

TJUE del 11 de noviembre del 2015, donde se recoge que los Estados miembro de la UE, deben incluir dentro del computo del art. 51 las contrataciones temporales en fraude de ley.

Independientemente del recurso interpuesto, hay una cuestión que debo resaltar, ya que la demanda no ha obtenido el beneplácito de los garantes de los derechos de los trabajadores, es decir, de los sindicatos.

Sindicatos, tanto los de corte estatalista como nacionalista, véase: ELA, CCOO, USO, LAB... Que han considerado que la contratación de trabajadores de ETT por parte de Gometegi a Temps Multiwork ETT, es un asunto externo, a la plantilla de fijos:

¿No será que los temporales, los nómadas, los sin convenio, los sin nombre, los que nadie reconoce y todos explotan, no tienen derecho a voto?

Y ya se sabe que los que no tienen derecho a sufragio, no tienen derecho de pedir y mucho menos a tener pretensiones como hombres de bien.

Son el corazón del sistema capitalista, la subclase, la que mantiene bajo el mismo pie opresor de clase, a los poderes económicos de la oligarquía estatal y a la burguesía autóctona.

Nada nuevo voy ha decir que no se sepa, los sindicatos tradicionales, hace mucho tiempo que dejaron la defensa de la clase trabajadora tanto española como vasca, es decir, del proletariado.

Lo único que defienden son sus macroestructuras y para ello ejercen de comisarios políticos controlando la representación de los trabajadores bien en asambleas de trabajadores como en sus órganos de dirección y representación. Esa es la realidad y ante ello más vale pronto qué tarde que empecemos a distanciarnos de sus decisiones, porque ya se sabe, ¡hazte delegado y vivirás como un dios! Pero cargaras en tu conciencia el haber convertido los derechos en privilegios.

Una última cuestión y que sirva para la reflexión colectiva, si amparamos la temporalidad dotándola de naturaleza indefinida, donde queda la estabilidad en el empleo como norma de mayor jerarquía en la propia constitución?

Y sin estabilidad en el empleo, quien garantiza una sociedad democrática?

Háganse ustedes mismos estas preguntas, y espero que nos encontremos en el camino, en la defensa de la estabilidad del empleo como garante de la estabilidad del Estado democrático.

Bilatu