Ritxi Hernández Abaitua, Txapu Martín Urreta, Juan Hernandez Zubizarreta y Dani Maeztu
Organizadores de los III encuentros ecosocialistas internacionales

Que el árbol no nos impida ver el bosque

Cada vez de forma más acusada, las campañas electorales se basan en mensajes simples, y demasiadas veces vacuos, que no dejan ver el trasfondo de los gravísimos problemas a los que nos vamos a enfrentar.

Ello, además, se produce en el marco de un discurso hegemónico, que ha sido capaz de integrar como verdades indiscutibles en el imaginario del «sentido común» lo que no son sino cortinas de humo destinadas a ocultar el alcance y las verdaderas causas y consecuencias de la actual crisis. Ayudar a desvelarlas, a mirar más allá de lo que nos pretenden presentar como obvio, es uno de los objetivos principales de los III Encuentros Ecosocialistas Internacionales que se celebran en Bilbao.

Nos anuncian el final de la crisis ocultando el enorme retroceso en derechos sociales y laborales producido en estos últimos años. Y nos hablan de responsabilidades y cargas compartidas para ocultar la creciente desigualdad social y el hecho de que las medidas adoptadas no han servido más que para aumentar la riqueza y el poder de las élites a costa de la precarización de la gran mayoría de la población. Nos insisten en que la salida a la crisis solamente puede venir de la mano del crecimiento económico, ocultando la evidencia de que no es posible crecer indefinidamente en un planeta con recursos finitos. Y lo hacen además sabiendo que, tal como lo remarca nuestro actual conocimiento científico, estamos en una época caracterizada por el choque frontal con los límites biofísicos del planeta. Saben que el crecimiento económico requiere un aumento del consumo material y energético y esconden que ello se enfrenta a una realidad en la que el tiempo de la energía abundante, barata y versátil ha pasado y el cambio climático es un hecho indiscutible.

El verdadero trasfondo, ese que se nos oculta, es el de una crisis global que nos aboca a un proceso de transiciones ecosociales dirigidas, no a un crecimiento, sino a un decrecimiento de la esfera material de la economía. Transiciones económicas, sociales, culturales, legislativas  y territoriales.

El debate, por mucho que se pretenda ocultarlo, no está en si esas transiciones se van a dar o no sino en la forma en la que se van a producir. Los y las organizadoras de los III Encuentros abogamos porque esas transiciones sean capaces de dar respuesta a la urgencia ecológica enfrentando simultáneamente los problemas derivados de las emergencias sociales.

La experiencia nos dice que no es tarea fácil, que muchas veces se han movido en planos alejados cuando no contradictorios y que la inmediatez que exigen las respuestas al ámbito de la emergencia social, frecuentemente, han relegado sine die las dirigidas al de la urgencia ecológica. Sin embargo, pensamos que el hecho de que los III Encuentros se celebren en Euskal Herria puede ayudarnos en ese objetivo, ya que contamos con una mayoría sindical que es receptiva a estos planteamientos y que, precisamente por ello, ha participado activamente en la organización y difusión de los mismos.

Y lo planteamos así porque entendemos que las transiciones deben ser además de ambientalmente equilibradas, socialmente justas, para lo cual deben decidirse democráticamente frente a una Europa en la que la «dictadura de los mercados», la Troika y sus aliados se imponen a la voluntad democrática de los pueblos (el caso de Grecia o el cambio exprés de la Constitución española, no son sino algunos de los ejemplos más significativos) esas transiciones ecosociales deben basarse necesariamente no en menos, sino en más democracia y soberanía, esto es, en el empoderamiento popular frente a las élites que ocupan los centros de poder. En democracia y soberanía frente al TTIP, o frente a la deuda pública, pretexto para el austericidio… pero también a favor de la soberanía alimentaria y de la gestión y el control comunitario o colectivo de los recursos naturales y de los bienes comunes (remunicipalización de las redes eléctricas…) así como, de todas las resistencias ante el extractivismo y la desposesión.

Por ello, en estos III Encuentros haremos un alegato a favor del derecho a decidir de las comunidades sobre las cuestiones importantes que les afectan, tanto en el ámbito de la política, como en el de la economía. Y lo haremos convencidos de que en la lucha por la necesaria democratización de las instituciones europeas es importante el punto de vista y los matices de los pueblos sin Estado.

Esperemos que los partidos de izquierda (EH Bildu y Podemos) que han participado en la organización de los Encuentros no se dejen cegar por la inmediatez de los votos y la hegemonía del discurso dominante y aprovechen la coincidencia de fechas con las elecciones vascas para incluir en sus programas y mensajes algunos de estos planteamientos ecoscocialistas y asuman compromisos claros, concretos y medibles para avanzar por la senda de esas transiciones ecosociales que nos ayuden a reconciliarnos con la naturaleza y la propia humanidad.

Bilatu