Belén Rodríguez Atín

¿Quién necesita cerrar el Koldo Mitxelena?

Considero que un centro que funciona bien y las cifras de las personas que lo utilizan diariamente lo confirman no necesita una reconstrucción sino unas mejoras. ¿No nos hablan continuamente desde las instancias públicas de sostenibilidad? Y en este caso ¿qué pasa?

Desde que aparecieron las primeras noticias sobre el futuro Koldo Michelena he leído en la prensa todo lo relacionado con el nuevo proyecto y sigo sin ver razones culturales de peso para ese acometido. El K.M. es un centro que grita sostenibilidad por todas partes, tanto a nivel de materiales imperecederos en gran parte del edificio como en su utilización. Es verdad que necesita  arreglos, mejorar sus accesos y posibles reestructuraciones de los servicios pero, de ahí a esta obra faraónica que quieren hacer con un presupuesto de 6 millones de euros y 2 años cerrado… ¡Esto, de entrada, claro! Que ya tenemos experiencia en extensiones de presupuestos y tiempo y, con más alegría, siendo dinero público. Considero que un centro que funciona bien y las cifras de las personas que lo utilizan diariamente lo confirman no necesita una reconstrucción sino unas mejoras. ¿No nos hablan continuamente desde las instancias públicas de sostenibilidad? Y en este caso ¿qué pasa?

El Koldo no es sólo una biblioteca que, por los artículos publicados así parece. Como asidua usuaria de sus distintos espacios de este Centro Cultural quiero resaltar su salón de actos. Este espacio es exponente de la diversidad de pensamiento de las diferentes inquietudes culturales y divulgativas existentes en la provincia. No quiero pasar por alto el hecho de que su utilidad es pública, que recibe a ponentes de diferentes tendencias ya que su objetivo es la divulgación de la diversidad social y cultural, sin filtro ideológico. También tiene dos salas de exposiciones, contemporáneas y vanguardistas; Fonoteca, Infoteca, Fondo de reserva con amplia colección de documentos que se consultan en determinados momentos de una investigación y que sólo hay en el Koldo… y una extensa programación cultural.

En el artículo del "Diario Vasco" del 15/07 el Sr. Presa dice que en septiembre se creará una comisión de la Diputación y el Ayuntamiento para trabajar en el proyecto de cooperación y por lo que yo he entendido es la razón principal para acometer este importante proyecto. Un comentario parecido hizo el Sr. Itxaso. Es decir, que primero se hace el proyecto y luego se forma la comisión para ver que cometido le dan. En un principio el objetivo era la convergencia de las bibliotecas, ahora parece que el proyecto responde a la necesidad de crear una nueva biblioteca del S. XXI donde tenga una interrelación con la vida escolar. Tabakalera tiene mucho espacio diáfano y una gran biblioteca del siglo XXI, donde se podría dar cabida a esa moderna biblioteca infantil. Es un gran edificio pero con mucho espacio sin utilizar y que nos está costando mucho dinerito su mantenimiento. ¿Por qué no se aprovecha ese gran edificio para ese proyecto del festival Literaktum de San Sebastián y que cuente con un espacio infantil y así, el alumnado de Donostia, con la implicación de las ikastolas, puedan «vivir la literatura».

Me parece que este proyecto responde más a otros intereses que a intereses culturales.

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