Mikel Quintela Alvarez «Golo»

Stop balas de goma. Nunca más

La pasada semana comenzó con la idea de dar una rueda de prensa el miércoles día 15, junto a Xabier (viudo de Rosa Zarra) Fina y Manu (ama y aita de Iñigo Cabacas Lizeranzu) Joseba (aita de Xuban Nafarrate), para pedir que el Parlamento Vasco prohibiera el uso de las fatídicas pelotas de goma, ya que el jueves 16 se debatía este tema allí.

Ese dia les conocí personalmente y vi en sus rostros la tristeza y el dolor que supone vivir que te suene el teléfono o te llamen al timbre y te digan «son ustedes... somos la Ertzaintza… es que a su hijo...» O bien que un amigo te llame y te diga «tranquilo no pasa nada pero...» Así es como recordé lo que otros muchos hemos sufrido y vi que desde ese sentimiento que les está comiendo por dentro ahora quieren que se haga justicia y que nunca más vuelva pasar. No quieren venganza, ni ajustes de cuentas, quieren (queremos) justicia y nunca más.

Por eso salimos a dar esa rueda de prensa, y aprovecho para agradecer a los medios su difusión incluso a los que dudaron si yo había recibido un pelotazo de goma en un ojo (pero que no preguntaron). Aprovecho para aclaarar que en mi caso no hubo juicio porque se archivó en el juzgado numero 3 de Barakaldo.

Dimos esa rueda de prensa para que se prohíba el uso de las pelotas de goma. Al día siguiente asistimos al parlamento vasco a escuchar el debate, nerviosos, con la incertidumbre de que pasaría, pero esperanzados de que ese día si se prohibiría el uso de las pelotas de goma. Teníamos ganas, muchas ganas de que después de la votación pudieramos ponernos en pie y aplaudir con fuerza esa decisión mayoritaria y si hubiera sido unánime mejor, porque ya nunca más ocurriría otro caso. Estuvimos hora y media escuchando atentamente el debate del cual una cuarta parte se hablaba si restringuir el uso inmediato o prohibir el uso (también podría ser inmediato digo) y tres cuartas partes un debate rancio sobre el pasado, con reproches de todo tipo «que si la violencia», «que si ETA», «que si donde estaba usted antes», «que lecciones de democracia a nosotros no»...

Me pregunto si a los parlamentarios los cuales cobran con los impuestos que todos y todas pagamos, tienen que estar «perdiendo» el tiempo hablando sobre el pasado, algo que siempre que se presenta algún tipo de iniciativa, del tipo que sea, se lo echan en cara. ¿No tienen nada mejor que hacer? Porque este debate en un cuarto de hora se hubiera zanjado. Para al final dejar todo como estaba (creo recordar desde el 2012). Restricción del uso de las pelotas de goma.

Los ciudadanos de a pie, con un ejemplo espero explicarlo claro, entendemos lo siguiente: si entramos en un local publico y leemos un cartel que dice «restringido fumar», a la mente nos viene que en algún sitio se puede fumar. Si leemos «prohibido fumar» ya sabemos que no podemos fumar en ningún sitio. Eso es lo que entendemos, no el debate semántico que utilizaron en el parlamento para hacer ver que era lo mismo. Así de claro y sencillo.

Salimos engañados (nos toman como tontos), abatidos (porque mañana puede darse otro caso), dolidos (porque un debate tan sencillo: «prohibición si o no», lo adulteraron), indignados si, indignados (porque además alguien nos quiso hacer comulgar con ruedas de molinos y hasta se permitió el lujo de reprocharnos). Y al final todo sigue igual.

Con esta carta lo que quiero es desde el dolor (porque he tenido que volver 20 años atrás), la rabia (por lo que he visto y oído), la impotencia (que más podemos hacer) y la tristeza (de que todo sigua igual), es pedirles a Xabier, Fina y Manu, Joseba… y a todos aquellos que han sufrido en sus carnes el impacto de las pelotas de goma que no tiren la toalla, que es lo que quieren, borron y cuenta nueva. Que no se rindan (reconozco que yo ya lo había echo), que sigan luchando por algo tan normal, como es que se haga justicia, y por algo tan humano que es que nunca más tenga que vivirse en este pequeño país este calvario. Y por lo mas importante, que si ellos «abandonan» muchos otros, yo incluido, no podremos vernos reflejados en ellos y en su lucha porque se haga justicia y el nunca más.

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