Maider Basterra, Beatriz Amatriain, María Teresa Larrasoaña, Edurne Sanzo, Héctor Arce

Madres y padres 0-3 Uharte

Los padres y madres de la escuela infantil de Uharte nos vemos en la necesidad de publicar esta carta para hacer constar públicamente nuestro malestar y nuestra preocupación. Es sabido que el sistema del llamado 0-3 público tiene deficiencias estructurales a las que se debería poner solución desde las instituciones, pero no es este el motivo de esta carta. Lo ocurrido es lo siguiente: el 31 de agosto finaliza el contrato con la actual concesionaria de la escuela infantil, por lo que tocaba hacer un nuevo concurso público y la correspondiente adjudicación. Sin embargo, los padres y madres no hemos tenido información alguna por parte del Ayuntamiento acerca de esta cuestión.

Para los padres y madres es duro dejar a nuestras hijas e hijos, tan pequeños en manos de personas ajenas a la familia durante tantas horas al día. Nos reconforta el que la empresa adjudicataria, hasta el momento, ha llevado a cabo un buen programa educativo, que se cuida la alimentación de los txikis y todos los otros aspectos ‘técnicos del día a día pero, al final, lo que nos da la confianza y la seguridad de que nuestros hijos e hijas están en buenas manos es el trato con las personas que trabajan en la escuela infantil.

En ese sentido, estábamos muy contentos con el equipo de trabajadoras de Haurtxoa. Sabiendo que tocaba concurso, algunos tratamos de informarnos, poniéndonos en contacto con el Ayuntamiento y nuestra sorpresa fue mayúscula al comprobar que la adjudicación se iba a llevar a cabo después de finalizar el plazo de matriculación. Es decir, matriculábamos ‘a ciegas’.

Comprenderán los lectores que el intento de reconfortarnos por parte de la trabajadora municipal al teléfono, diciendo «no se preocupe usted, que el servicio se va a seguir dando igual de bien y en las mismas condiciones», no sirvió de mucho. Quede claro que no tenemos nada en contra de la nueva adjudicataria, ni mucho menos. Nuestra queja se debe a que hemos tenido que matricular sin datos acerca del planteamiento para el nuevo curso y simplemente con la esperanza de que las personas a las que conocíamos y con quienes estábamos tan satisfechos seguirían siendo quienes cuidaran y contribuyeran a la educación de nuestros hijos a partir de septiembre. Pero no ha sido así.

Al parecer, el Ayuntamiento no incluyó la habitual cláusula de subrogación en el pliego de condiciones y así, todo el equipo actual se ve en la calle y los padres nos quedamos con cara de tontos.Una manera de mitigar el mal causado sería subrogar, al menos durante este próximo curso, a la plantilla actual. Así, los padres y madres sabríamos que el servicio se dará en las condiciones en las que se daba cuando hicimos la prematrícula, es decir, por las mismas personas, que como hemos dicho es lo fundamental para nosotras; pero hasta la fecha el Ayuntamiento se ha negado. Conste, pues, nuestro profundo malestar con el equipo de gobierno y los concejales que han llevado tan mal toda esta cuestión. Queremos pensar que, aunque tarde, se tendrá en cuenta nuestra opinión, aunque visto lo visto nos queda poca confianza.

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