Yolanda Mtez. Sacristan

Con la dignidad de los mayores no se juega

Estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación y por ello le recuerdo Sr. Diputado General que, para que esta máxima se cumpla durante todo el año, es necesario que la Administración se implique en hacer un seguimiento serio sobre el tiempo y la calidad de la atención prestada en los geriátricos.

Si cuando los y las profesionales preparan sus estudios se recomienda un tiempo de atención mínimo al anciano y este se convierte en la mitad, o un tercio en la práctica, debido a la precariedad y la actitud torticera de los propietarios de las residencias.

Si cuando subvencionamos con dinero público -dinero de todos y todas- la estancia de un residente a unos precios escandalosos que no son proporcionales a los sueldos de las trabajadoras -porque la precariedad tiene marca femenina mayormente en este gremio- no exigimos unos mínimos de cumplimiento de convenio, de atención humanizada con suficiente personal….

Sr. Rementeria, estoy de acuerdo que con la dignidad de los mayores no se juega… ni con la de las trabajadoras.

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