Jose Antonio Gonzalez Garcia «Nebera»

Hablemos del 2 de octubre

El referéndum es historia, lo han hecho historia aquellos que lo prohibieron y aquellos que se empeñaron, y seguramente empeñaron mucho mas que la palabra o la voluntad política, en llevarlo hasta el final.

Una historia que como la mayoría de las historias o incluso la Historia misma siempre tendrá una lectura diferente según quien sea su narrador.

Los del «Sí».

Los del «No».

Los que no votaron esta vez.

Los que quisieron votar y no les dejaron.

O aquellos que no votan nunca.

Seguramente este día 2 de octubre no sabremos todavía, es posible que tampoco lo sepamos nunca, cuantos fueron a votar, a cuantos se les prohibió votar, léase Guardia Civil, Policía Nacional, Mossos d'Esquadra o Policía Local, fiscales o jueces, los que no pudieron porque no encontraron donde o porque encontraron las urnas secuestradas o reventadas, aquellos que nunca recibieron las papeletas… y vete tu a saber que otras muchas opciones se habrán dado en el referéndum 1-O no pactado, no constitucional y no legal aun cuando muchos jueces insisten en su no ilegalidad.

Pero hoy 2 de octubre el presidente Mariano Rajoy hablara a la nación, una e indivisible como siempre, desde el plasma de la televisión para asegurar que el Estado de Derecho ha triunfado y que la Ley se ha cumplido. Que la constitución dice lo que dice y sin la constitución no hay constitución, o algo parecido.

Hoy 2 de octubre el presidente Carles Puigdemont desde otro plasma y coincidiendo tal vez en algunos canales nos dirá que ayer el pueblo catalán pudo votar y lo hizo desde la legitimidad democrática y el derecho universal, sin violencia y con firmeza.

También espero y deseo que otros muchos callen, el fiscal general, el Constitucional, el ministro de Justicia, el presidente de Ciutadans, el del PSOE o incluso del de Podemos. También me gustaría, cosas mías, que callase el lehendakari y/o el presidente del Euskadi Buru Batzar.

De la mezcolanza de todos los anteriores sé que tengo que pedir perdón a Pablo Iglesias y lo hago desde el convencimiento de ser ellos, los representantes de Podemos y a Irene Montero muy en especial, una de las voces mas consecuentes y razonables en todo el girigay organizado por aquellos que no entendieron nunca del Derecho de los demás, incluido el Derecho de todo pueblo, también el catalán, a elegir su propio futuro.

Pero hoy debería ser ese día de reflexión, que la ley obliga un día antes y esta vez tampoco pudo ser, para que todos catalanes, gallegos, andaluces, vascos y españoles, para que nos parasemos a pensar que ha pasado y porque, quien o quienes han creado este atropello o sinrazón y el porqué. Nada es gratis así que seguro que alguno ha salido ganando del barrizal y seguro que hoy también se está frotando las manos.

Por lo que yo sé, por lo que yo he visto, el Pueblo Catalán está divido, todos estamos divididos y todos tenemos la razón, cosa que también puede ser porque esta no es única, ni válida para todos por igual.

Algunos medios de comunicación habrán mandado a sus reporteros a buscar la noticia otra vez, se acabó la sopa boba del referéndum. Volverá el futbol, el baloncesto, el balonmano, el tenis… y volverá la corrupción.

Volverán los barracones donde es imposible impartir clase. Las largas colas de espera en los hospitales. Subirá el paro pero nos dirán que es el mejor mes, o trimestre, desde no sé cuantas décadas. La intención de voto con el PP en cabeza. Los recortes a la investigación y la huida de los mejores cerebros, o los mas preparados.

Volverá la mediocridad de un país que nunca quiso ser mas y si lo quiso nunca, pero que nunca, supo serlo. Algo así escribió Vargas Llosa en su libro "La civilización del espectáculo".

Pero no nos engañemos hoy es 25 de septiembre, faltan siete días para el referéndum del 1-O, ocho para el día de después… y es posible que el día 2 Rajoy no diga nada, Sánchez y Rovira lo que Rajoy diga que digan, Ortuzar dirá que todo lo hicieron por Euzkadi, Iglesias volverá hablarnos de mociones de censura y todo lo demás seguirá igual porque aunque no lo crean en estos días de pataletas y papeletas todo, todo ha seguido igual o peor.

Bilatu