María Jesús Zamarra Amilibia

Opinión de una trabajadora del sector de residencias

Hoy día de la Salud Laboral quiero dar muy opinión sobre la negociación del convenio de residencias de Gipuzkoa. Me resulta difícil entender la postura de Adegi y Lares en la negociación. Desde Diputación les dan todas las garantías para aplicar subidas salariales en el sector, pero no parece ser suficiente. ¿Qué es lo que quieren? Seguir dominándolo todo, tener a los y las trabajadoras como hace años, mal pagadas, con exceso de horas de trabajo. A estas personas encargadas de negociar nuestro convenio sin saber realmente cuál es nuestro trabajo les diría que primero estuvieran durante un mes en nuestro puesto de trabajo. Trabajamos a tres turnos, la carga de trabajo el criminal y, aunque hoy en día tenemos muchas ayudas técnicas para realizar nuestro trabajo, eso no evita las lesiones que sufrimos debido al peso, esfuerzo y movilizaciones que tenemos que realizar a diario con los usuarios que cada día ingresan más deteriorados. Se nos dan cursos y se nos exige dar una atención de calidad y empatía con el usuario. Con todo esto de acuerdo, pero dónde queda la calidad del trabajador, dónde la preocupación por su salud. Todo no son números. ¿Dónde están los ratios de atención? Estamos atendiendo a más usuarios de los que nos corresponde debido al grado de dependencia de su valoración. Para realizar una atención de calidad primero preocúpense por todo el personal que atiende a diario las 24 horas del día a nuestros mayores. Mejoren este sector, no se preocupen de ganar más dinero. Todo lo contrario, gasten más y así usuarios, personal y familiares estarán todos satisfechos. Desde Lares así describen su función:

«Como instituciones asociada en Lares-Euskadi, entendemos nuestra misión particular, de forma compartida, en los siguientes términos: •Somos organizaciones inspiradas en los valores del humanismo cristiano que tenemos por finalidad principal atender a las necesidades de las personas mayores más vulnerables, orientando preferentemente nuestra actividad hacia aquellos ámbitos sociales de más acuciante necesidad y de más escasos recursos.
 • Nos define el empeño común de prestar a las personas destinatarias una atención de calidad y calidez, personalizada, de forma que vean satisfechas sus necesidades y expectativas, y cubiertas todas sus dimensiones como personas humanas. Fruto de esa actitud ante el servicio, es nuestro compromiso expreso con la mejora continua.
• Consideramos clave el valor añadido que aportan las personas en la prestación del servicio, y en la gestión de nuestras instituciones. Conscientes del origen de nuestros recursos, en nuestra gestión actuamos con rigor, y con criterios de eficiencia y de compromiso social.
• Lares Euskadi agrupa a Instituciones de carácter no lucrativo, que desarrollan vínculos de solidaridad, con el fin principal de apoyarse y ayudarse mutuamente para beneficio de las instituciones asociadas y de los destinatarios finales de estas.
• Es consciente de que el modelo que heredamos, nacido del compromiso social y de la solidaridad, tiene un espacio insustituible en la nueva situación de los servicios sociales, por su capacidad dinamizadora.
• Está comprometida en la transformación del propio sector hacia la excelencia en los servicios y en la gestión. Igualmente está implicada en el desarrollo y la mejora profunda del sistema de los servicios sociales».

Todo esto es lo que Lares difunde y queda muy bonito pero lo mejor es aplicarlo antes de venderlo.

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