Esto no es un juego de guerra

En plena Europa un avión comercial ha sido derribado por un misil. La explicación concreta, los responsables directos e indirectos de esta acción, sus posibles consecuencias geopolíticas... hay que buscarlas en el conflicto abierto en el este de Ucrania, evidentemente. Pero el mero hecho de que en 2014 el Boeing-777 de Malaysia Airlines haya sido derribado por un proyectil de guerra en Ucrania debe llevar a una reflexión más general, una llamada de atención sobre la falta de control de armas en el mundo.

Empujado por intereses o afinidades geopolíticas, todo el mundo tiene una teoría sobre la autoría y las circunstancias del derribo del avión. Enfrascados en hipótesis más o menos rocambolescas, más o menos veraces, más o menos fundamentadas -en general todas ellas coincidentes con las premisas ideológicas preestablecidas-, la gran mayoría olvida la gravedad del hecho en su simplicidad: tanto si ha sido una fuerza estatal como si han sido unos rebeldes o unas milicias, lo único cierto por el momento es que han impactado un avión lleno de civiles con un misil sin que las potencias implicadas en el conflicto hayan sido capaces de pararlo.

No se trata de despreciar la dimensión geopolítica del suceso. En abstracto, un hecho así sería suficiente para desencadenar una guerra abierta entre potencias. En este caso ambas partes, tanto EEUU como Rusia, han contemporizado y si bien se acusan mutuamente de tener la responsabilidad de un modo u otro, han preferido señalar a sus respectivos subalternos y contener la escalada. Holanda, sorprendentemente, calla. Pero tanto si es armamento robado como si es propio, nadie ha sido capaz de detectarlo y pararlo a tiempo. Si tenemos en cuenta que en el mundo hay al menos media docena de estados que tienen arsenales nucleares fuera de control -entre ellos países tan poco estables o tan peligrosos como Pakistán e Israel-, lo ocurrido en Donbass debería disparar las alarmas. Los organismos internacionales deben ejercer su función de control. Haya sido quien haya sido.

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