Estrategia eficaz y paso firme para traerlos a casa

Como es habitual en estas fechas, la reivindicación de la libertad de los presos vascos suele tomar una dimensión especial, ocupa las plazas de barrios y pueblos, se suceden las marchas hasta los muros de la cárcel de Martutene, se abarrotarán las calles de Bilbo y, este año también, de Baiona... La situación de los presos es una herida abierta en la sicología colectiva, es un tema que emocionalmente llega hasta lo más hondo de las conciencias. Y que vuelvan sanos y cuanto antes a casa no solo resulta una demanda natural y de justicia, sino que es una obligación ética y una prioridad central para la comunidad política de la que son parte.

Esas movilizaciones por los presos no pueden limitarse a ser «otra más», «la de todos los años», un cubrir el expediente y un cumplir con el ritual. Al contrario, más allá de anunciar iniciativas, llega el momento de materializarlas en una estrategia eficaz para traerlos a Euskal Herria. Combinando perseverancia e inteligencia, con humanidad y honestidad para con ellos, sus familias y su pueblo, gestionando la urgencia, dando valor a lo bueno que se ha hecho y desde la asunción autocrítica de lo poco que se ha logrado. Con la justicia, la paz, la libertad y los derechos por bandera. Con un plan concreto, con plazos, fórmulas organizativas y la activación de la sociedad como garantía.

Sin utilizarlos para la confrontación partidista ni para bullas innecesarias, con seriedad, respondiendo a las exigencias con el temple y la tensión necesarios. Con sensibilidad y sentido común para dar respuestas a corto plazo, con sentido pragmático para dar respuestas prácticas. Y aunando todo ello con el desarrollo de un proceso independentista que conjugue su apuesta en otro plazo más largo, sin rehuir el antagonismo, encarando el futuro de este país con alta intensidad política. Esa es la agenda, ese es el camino y, con paso firme, quizá más tarde de lo deseable pero antes de lo que creen quienes se sienten cómodos con la actual situación, los presos volverán a sus casas.

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