Formalizar voluntades para una paz completa

En medio de una campaña electoral que informativamente acapara todo se están dando algunos pasos relevantes en otras materias que conviene poner ante el foco. Los encuentros que Sare viene manteniendo con representantes de los principales partidos políticos son uno de ellos y vienen a reflejar la existencia de una inquietud palpable frente a la situación de bloqueo en la que se mantiene la cuestión de los presos. A lo largo de la última legislatura en Gasteiz, que comenzó ya en un nuevo ciclo tras el fin de la lucha armada de ETA, no solo no ha habido movimientos de calado, sino que se ha trivializado primero y anulado después el debate en el Parlamento, atascado en cuestiones de forma. Una inacción favorecida por un escenario ya de por sí muy adverso en Madrid, con un PP obcecado en impedir avances.

Las declaraciones de representantes de cuatro de las cinco principales formaciones que el domingo concurren a las elecciones en la mesa redonda organizada este lunes por Baketik reflejan la plena consciencia de que urge adoptar una posición activa para salir del atasco. Resulta revelador que una dirigente del PSE reconozca que hay que abordar con urgencia la política penitenciaria o que un líder del PNV exprese por primera vez que no actuó con la debida contundencia frente a la tortura. También que quienes han formado parte de la Cámara de Gasteiz admitan que la Ponencia de Paz y Convivencia quedó en vía muerta por cuestiones más partidistas que otra cosa. Ya reclamó recientemente la Fundación Joxemari Kortaren Bidetik a los partidos que se dejaran de «postureos».

A las puertas de unos comicios que llevarán a la formación de un nuevo Parlamento, el reconocimiento público de que no se ha estado a la altura es un buen punto de partida para abordar todas esas tareas pendientes. Si las voluntades expresadas se mantienen más allá de la campaña electoral, los cimientos para comenzar a construir ese escenario están ahí. No hay excusas para no hacerlo.

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