Estos pagos, según el diario ‘El Mundo’, habrían sido efectuados por Luis Bárcenas, extesorero en Génova e imputado en la trama ‘Gürtel’ y que llegó a disponer de 22 millones de euros en una cuenta en Suiza, según se reveló el miércoles.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta se ha limitado a remitirse a lo afirmado esta mañana por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y aferrarse al argumentario que ha ofrecido estos días la derecha española: «No constan» esos sobres, mantienen su confianza en la investigación y esperan que la justicia se aplique «con todas sus consecuencias». El presidente español, Mariano Rajoy, mantiene el silencio.

«Ni vi, ni se me ofreció, ni se me dio ningún sobre con dinero y, sobre todo, no lo hubiera aceptado», ha aseverado Sáenz de Santamaría tras ser interrogada acerca de la existencia de esos sobresueldos durante su etapa en Génova.

En relación con Bárcenas, la vicepresidenta se ha mostrado esquiva. «No sé qué es lo que hacía el extesorero, no es una persona con la que trabajaba», ha asegurado.

Sobre las revelaciones que apuntan a que Bárcenas ha mantenido despacho, secretaria y coche oficial en la sede del PP a pesar de estar imputado y de que, al menos en apariencia, se había dado de baja en la formación, ha indicado que no es a ella a quien le competen los «parkings» de los partidos políticos.

Tampoco ha ofrecido datos sobre la situación actual de los 10 millones de euros que la defensa de Bárcenas aseguró que este había blanqueado acogiéndose a la amnistía fiscal. Un relato que, posteriormente, fue desmentido por el Ministerio de Hacienda. «Solo se podía decir lo que hizo la Agencia Tributaria», ha insistido.

«Sentimos sorpresa, estupor y, si se confirmara, indignación», ha asegurado, en relación al ambiente que se vive dentro del PP. Ni siquiera ha querido entrar al trapo cuando un periodista le ha preguntado si pondría «la mano en el fuego» por todos sus compañeros al afirmar que nadie ha cobrado sobresueldos en dinero negro. «Son las garantías procesales las que hacen que nadie tenga que poner la mano en el fuego por nadie», ha esquivado.

En relación a la petición de comparecencias en el Congreso, la vicepresidenta se ha limitado a responder que serán analizadas. En las últimas horas, tanto PSOE como IU han avanzado que exigirán que Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro y la propia Sáenz de Santamaría acudan a la Cámara Baja a dar explicaciones.

Mientras el Gobierno español se parapeta en el PP y elude dar explicaciones, la indignación crece en la calle. Para hoy a las 19.00 horas está convocada una concentración frente a Génova. Sin embargo, la delegada del Ejecutivo español en Madrid, Cristina Cifuentes, ya ha amenazado con sanciones para las personas que secunden la convocatoria.