PNV y PSE han sumado sus votos para aprobar la creación de la Ponencia de Paz y Convivencia en el Parlamento de Gasteiz, que ha contado con el voto contrario de PP y UPyD y la abstención de EH Bildu.

En el debate, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, ha arremetido duramente contra EH Bildu y le ha señalado que debe incorporarse al trabajo ya realizado «con la humildad necesaria, reconociendo que la historia de Euskadi no ha empezado con ellos ni con su reconversión a las vías legales y democráticas. No vamos a aceptar que quienes se incorporan a la democracia marquen el paso a quienes hemos venido cumpliendo sus normas», ha indicado.

Ha calificado de «tomadura de pelo» que la coalición proponga un nuevo consenso, con arreglo a la nueva correlación de fuerzas políticas en el Parlamento. «54 parlamentarios defienden abiertamente un suelo ético y político para la paz del futuro, frente a los 21 que reclaman un consenso diferente, hecho a su medida», ha criticado.

PNV: Lo anterior «vale para todos»

Desde el PNV, Iñigo Iturrate también ha defendido que lo acordado en la anterior ponencia «vale para todos» porque «se trata de principios mínimos». Ha indicado que aunque se puede «abrir la perspectiva, los principios éticos y los derechos humanos no pueden estar supeditados a una mayoría o a otra. ¿Que obstáculos puede haber para no respaldar estos principios?», se ha preguntado.

Para Iturrate, los principios de la anterior ponencia son «el suelo ético por el que avanzar» y ha acusado a la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, de representar un papel en la tribuna y de «no ser valiente para reconocer el daño causado».

«Juego marginador»

Mintegi ha considerado «vergonzoso, que se plantee un llamamiento para la paz partiendo del ataque» y ha acusado al resto de partidos de impulsar un «juego marginador. Deberán explicar a la sociedad por qué están haciendo este juego y cuál es su objetivo dejando de lado a esta sensibilidad del pueblo que ha hecho una apuesta clara por la paz», ha proclamado.

Según ha defendido, «el problema del resto de formaciones es la voluntad de la coalición a favor de la paz». Ha reiterado que trabajaran en ese sentido «por encima de sus astucias y de los obstáculos que puedan poner» porque tienen «una voluntad clara porque cada paso a favor de la paz es una victoria de la sociedad».

«No hemos venido a construir trincheras sino a culminar el cambio, lo vamos a hacer estén ustedes a favor o en contra porque necesitamos la paz», ha insistido.

Antes de producirse el debate y la votación, la portavoz de la coalición abertzale ya había confirmado que participarán en ese órgano.

Sobre el acuerdo alcanzado entre el PNV y el PSE para que dicho foro empiece a trabar desde la continuidad de las labores que realizó en la pasada legislatura y el hecho de que registraran una enmienda transaccional que cambia el texto que habían remitido hace dos semanas a EH Bildu y que la coalición había aceptado, Mintegi ha lamentado que se haya «roto» el «acuerdo previo» con el fin de dejar a su grupo «fuera del proceso de normalización política».

«No lo van a conseguir», ha advertido, tras lo que ha explicado que su grupo no pretende hacer una política de «trincheras». Por ese motivo, ha asegurado que la coalición participará en la ponencia pese a las «actitudes reprobables» de algunas formaciones.

Rechazo de PP y UPyD

El parlamentario del PP Carmelo Barrio ha expresado su rechazo a la creación de la ponencia al defender que se deben fijar unas condiciones y «objetivos mínimos éticos» y ha acusado a PNV y PSE de no exigir estos mínimos, a su juicio «imprescindibles». «EH Bildu se niega a condenar el terrorismo, los crímenes de ETA y a pedir su disolución», ha denunciado.

A su entender, al constituirse de esta manera, la ponencia «no va servir para deslegitimar el terrorismo de ETA», ya que «está contaminada por la falta de exigencia de PNV y PSE» y «no va a cumplir sus fines necesarios democráticos».

El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, cree que al llamar al foro Ponencia para la Paz y la Convivencia se intenta «engañar» a la ciudadanía porque «no estamos en guerra y la convivencia es el respeto a la Constitución vigente y Estado de Derecho».