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PARÍS

El Senado francés da luz verde al proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo

El Senado francés ha aprobado el proyecto de ley que autoriza los matrimonios homosexuales y las adopciones por parte de estos. Ahora deberá ser refrendado de forma definitiva por la Asamblea Nacional antes de entrar en vigor.

El texto, votado a mano alzada, ha sido refrendado por el PS y otros grupos de izquierda, con algunas excepciones, si bien algunos senadores de la UMP y UDI han dado también su respaldo. La votación se ha producido tras una semana de acalorados debates.

El primer artículo de este proyecto de ley, que abre la vía a la adopción por parte de parejas del mismo sexo, queda aprobado tal como lo habían refrendado previamente los diputados.

El texto había sido aprobado en primera lectura el pasado 12 de febrero por la Cámara de los Diputados, donde recibió el apoyo de 329 de sus miembros, cien más de los que votaron en contra.

En aquella ocasión, la oposición presentó más de 5.000 enmiendas, mientras que en el Senado solo se han presentado 279.

La adopción del texto en el Senado ha sido acompañada desde el exterior de la cámara por manifestantes que se oponen al proyecto del Gobierno francés, uno de los puntos fundamentales de la política social anunciada por el presidente de la República, François Hollande.

El texto, que ha presentado la ministra de Justicia, Christiane Taubira, cumpliendo con el compromiso de campaña de Hollande, apenas ha sido enmendado a su paso por el Senado y se espera que en el nuevo debate que debe celebrarse en la Asamblea, donde el Gobierno tiene mayoría, tampoco sufra grandes cambios.

De hecho, según apuntan los medios franceses, no se excluye que la Asamblea se pronuncie «conforme» en la segunda lectura del proyecto de ley prevista para finales de mayo, ratificando así el texto que sale ahora del Senado.

Una vez ocurrido esto, la norma entraría en vigor, si bien la oposición ya ha manifestado su intención de recurrirla ante el Consejo Constitucional, máximo órgano judicial del país. De confirmarse, esta sería la reforma social más importante en el Estado francés desde que se abolió la pena de muerte en 1981.