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Miquel: «He cumplido 17 años, ellos sabrán por qué me alargaron las penas»

Ismael Miquel Gutiérrez parece vivir ajeno a todo el debate político, mediático y judicial que se ha abierto sobre la aplicación de la doctrina 197/2006 y su derogación a cargo de la Gran Sala de Estrasburgo.

Portada de GARA del 1 de noviembre de 2013.
Portada de GARA del 1 de noviembre de 2013.

Como publicó GARA el 1 de noviembre, en conversación telefónica con este diario Miquel Gutiérrez se limitó a señalar que «he cumplido 17 años, ellos sabrán por qué me han alargado las penas». Según indicó, aproximadamente en 2002 («han pasado muchos años, no recuerdo exactamente las fechas», precisó) accedió al tercer grado y, progresivamente, comenzó a recibir permisos. Según su versión, debería de haber sido licenciado en 2004. No ocurrió así porque le denegaron cinco años de redenciones. En este proceso de recursos llegó la nueva doctrina 197/2006 impuesta por el Tribunal Supremo, que le fue aplicada, por lo que regresó, durante año y medio, a la cárcel de Tarragona, la más cercana a su domicilio. «Sin haber cometido ningún delito ni nada más», protesta.

En la prisión tarraconense permaneció otro año y medio hasta 2007, cuando se reinició el proceso de permisos. Primero, pernoctando en prisión y saliendo para trabajar. Finalmente, con el control telemático, aplicado desde el 8 de marzo de este año. Un extremo confirmado, además de por Ismael Miquel Gutiérrez, por fuentes jurídicas.

En total, Ismael Miquel Gutiérrez ha permanecido entre rejas algo más de de 17 años (16 de ellos, de forma ininterrumpida), pero todavía no ha sido definitivamente licenciado, por lo que, legalmente, se considera que su pena se ha alargado por espacio de 27 años, pese a que hace tiempo que solo acude a la prisión a firmar.

Tras la aplicación de la doctrina, el final de su condena estaba fijado para 2016. Ahora, con la sentencia de la Corte de Estrasburgo, debería quedar definitivamente en libertad. Él descarta un recurso y confía en que esta decisión se aplique «de oficio» por los tribunales. En su caso, por la Audiencia Nacional, que fue quien le sentenció.

Tampoco los del BVE cumplieron sus condenas

Ladislao Zabala e Ignacio Iturbide fueron detenidos en 1981 y condenados a 231 años de prisión cada uno por siete muertes reivindicadas por el BVE y la Triple A. Pese a sus condenas, ambos accedieron al tercer grado en 1992 y les concedieron la libertad condicional en 1994. Iturbide ha muerto en junio de este año.