Según los cálculos de la Diputación, las nuevas normas, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2014, recogen medidas con las que se espera aumentar la recaudación tributaria en unos 153 millones de euros.

El nuevo IRPF incorporará tres nuevos tramos por la parte alta de la tabla, para bases liquidables superiores a 92.310, 123.070 y 179.460 euros, que cotizarán el 46, 47 y 49%, respectivamente, cuando hasta ahora el tipo máximo marginal estaba fijado en el 45%. Otra novedad de este impuesto será una tasa al ahorro con tributaciones desde el 20% para los primeros 2.500 euros hasta el 25% para cantidades superiores a 30.000 euros.

En el nuevo Impuesto sobre Sociedades, la Hacienda vizcaina dará un tratamiento específico a las microempresas (menos de diez empleados y un volumen de operaciones inferior a dos millones de euros) para las que se ha aprobado una reducción de los costes fiscales directos e indirectos, para que se sitúen en un tipo del 19 o 20%. Por lo demás, se ha realizado una revisión de las deducciones y se mantienen los tipos de gravamen, aunque se ha fijado una tributación mínima.

«El sistema es eficaz. Pagan los que más tienen. Ayuda a evitar la evasión fiscal y es un sistema equilibrado», ha defendido la juntera del PNV Lorea Bilbao durante el debate. Una opinión que no comparte EH Bildu, que entiende que «la nueva normativa favorecerá a las rentas más altas y a las empresas con mayores beneficios, y facilitará vías para la elusión fiscal».