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IRUÑEA

La comisión sobre la CAN concluye con el «compromiso» de crear otra para seguir con la labor

La Comisión de Investigación constituida para esclarecer motivos y depurar responsabilidades en torno a la desaparición de Caja Navarra ha aprobado el dictamen de conclusiones, que será elevado al próximo Pleno, y que contiene el «compromiso» de crear una nueva para la siguiente legislatura.

Comisión de investigación sobre la CAN en el Parlamento de Nafarroa. (PARLAMENTODENAVARRA.ES)
Comisión de investigación sobre la CAN en el Parlamento de Nafarroa. (PARLAMENTODENAVARRA.ES)

El Pleno del próximo jueves, día 26 de marzo, debatirá las conclusiones aprobadas este viernes por la Comisión de Investigación sobre la CAN, que incluye la práctica totalidad de las aportaciones de UPN, PSN, PPN e I-E.

El acuerdo de retomar los trabajos de averiguación, impulsado por Bildu, Aralar-NaBai, I-E y los no adscritos, ha prosperado con el respaldo de PSN, la oposición de UPN y la abstención del PPN, ha informado el Legislativo en una nota.

Respecto a las conclusiones, UPN y PSN coinciden en que la Comisión de Investigación ha constatado que la transformación de la CAN de entidad de crédito a fundación bancaria es «consecuencia de la reestructuración promovida por la Unión Europea y encauzada por las autoridades estatales conforme a las modificaciones legales aprobadas por las Cortes Generales».

UPN y PSN convienen también en que, frente a la desaparición de la mayoría de las Fundaciones de las Cajas, la Obra Social de la Fundación CAN no solo se mantiene, sino que «sigue estando entre las más potentes del sector».

Del mismo modo, ambos contraponen la rentabilidad obtenida por los preferentistas de CAN y Banca Cívica y los accionistas en la salida a Bolsa de esta última, a lo acontecido en otras entidades financieras cuya «transformación y rescate han supuesto en su conjunto más de 60.000 millones de euros a los ciudadanos».

A partir de ahí, el PSN se desmarca para censurar la «regulación unilateral» de la Fundación Caja Navarra efectuada por el Gobierno de UPN «desoyendo la voluntad del Parlamento de Navarra», al considerar que «no es la adecuada en orden a la transparencia, gestión, conservación y promoción del legado» de CAN.

Por otra parte, el PSN señala que el Ejecutivo de UPN «no ha cumplido exhaustiva y eficazmente su labor de supervisión» sobre la CAN, «lamenta la clara falta de voluntad de colaborar que denota la no remisión o remisión parcial» de determinados documentos, y concluye que «la no tramitación de las comparecencias ha impedido examinar las responsabilidades políticas del Gobierno de UPN».

Esta última valoración no se ha añadido al oponerse UPN, Bildu y Aralar-Nabai. El resto han sido validadas con el apoyo de UPN, las abstenciones de PPN y Geroa Bai y el rechazo de Bildu, Aralar e I-E.

Las aportaciones de UPN al dictamen han sido aprobadas íntegramente con las abstenciones de PSN y PPN y los votos en contra de Bildu, Aralar-Nabai, I-E y no adscritos.

Las reflexiones vertidas al dictamen por PPN defienden el papel del Parlamento que, en cuanto «órgano de legítima representación del pueblo navarro, está obligado a investigar y delimitar responsabilidades políticas» en este asunto.

Sobre la falta de control del Gobierno sobre la CAN, el PPN se apoya en el último informe de Comptos para confirmar la dejación de funciones del Ejecutivo, que se hace extensiva al Banco de España.

En ese contexto, indica que «la falta de autorización del Gobierno de Navarra a la incorporación de CAN a Banca Cívica, la salida a Bolsa del nuevo grupo y la absorción por Caixa Bank contrasta con la participación del Ejecutivo Foral en la fusión entre la CAN y la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona» en 2000.

Además, se destaca la «nula colaboración de la Fundación Caja Navarra», se reprueba la «politización» de sus órganos de representación y se atribuye la imposibilidad de tener un control eficaz a la «instauración de un sistema de dietas y a la creación un órgano opaco (Comisión Permanente), vinculado a cargos públicos».

Se tacha de «muy negativa» la gestión del equipo directivo que se hizo cargo de Caja Navarra en 2002, «uno de los elementos decisivos para entender la posterior desaparición de la entidad».

Las aportaciones del PPN al dictamen han sido aprobadas con el voto en contra de UPN, la abstención de PSN y el apoyo del resto.

Izquierda-Ezkerra, por su parte, tiene la «certeza de que con otra gestión y otras decisiones Caja Navarra podría haber sobrevivido a las crisis financieras de 2008 y 2011», y apunta como origen de su desaparición a la «megalomanía de un proyecto faraónico que, creyendo que el ciclo de crecimiento y expansión iba a ser permanente, llevó al abandono del objeto fundacional de la CAN».

Las «responsabilidades políticas del Gobierno de Navarra son evidentes, pues sin su conformidad el equipo directivo y gestor de la CAN no podría haber puesto un proceso de expansión tan irracional».

Además, I-E manifiesta que la Comisión de Investigación no ha podido cumplir su objeto, en buena parte por la falta de información sobre la Fundación Caja Navarra, Caixa Bank, Banco de España o CNMV, a su entender "determinante".

Las aportaciones de I-E al dictamen han sido aprobadas con el voto en contra de UPN, la abstención de PSN y el favor del resto.

Las aportaciones de Bildu y Aralar-Nabai, por un lado, y las de los no adscritos, por otro, han sido excluidas del dictamen de conclusiones con el voto en contra de UPN y las abstenciones de PSN y PPN. Ambas, sin embargo, se mantienen como votos particulares para su debate y votación en Pleno.

En su escrito de conclusiones, Bildu y Aralar-NaBai resaltan la «falta de voluntad» de la Fundación CAN al poner a disposición de la Comisión la información de que disponía y realzan el informe de la Cámara de Comptos, por tratarse del «único trabajo de análisis que se ha podido realizar y cuyos resultados han sido relevantes».

Ambos imputan al Gobierno foral una «dejación absoluta de su función de inspección y protectorado», pues, «siendo preceptiva, no se produjo su autorización para el proceso de fusión y constitución de Banca Cívica. La dejación alcanza a la Junta de Entidades Fundadoras, ya que del análisis de sus actas se desprende que nunca se llegó a realizar valoración, reflexión o debate alguno».

Tras dejar patente que «tampoco se ha podido constatar que las dietas abonadas a los miembros del Gobierno entre 2000 y 2012 por participar en diferentes órganos de la CAN estuvieran justificadas», se incide en la gran pérdida patrimonial entre 2009 y 2012 (1003,532 millones) y se achaca a la gestión del equipo directivo y no a la crisis «el deterioro y posterior desaparición».

Se alude a gastos infundados (Viálogos, viajes VIP para clientes de CAN, regalos exclusivos al Consejo de Administración), a operaciones económicas de difícil justificación, con «pérdidas de más de 4.000 millones según las estimaciones internas que nos consta tenía Banca Cívica», y a desembolsos en personal con un «sobrecoste de más de 300 millones entre 2000 y 2012».

Los no adscritos, por su parte, dicen no estar en disposición de dar una «explicación completa y comprensible de por qué Caja Navarra decidió desaparecer como entidad financiera, ni de por qué su valor patrimonial y el de las acciones que se recibieron a cambio disminuyó en 1.000 millones, casi el 80% de su valor de partida a finales de 2009».