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Bilbo

El viceconsejero autonómico de Empleo matiza sus palabras sobre la inutilidad de Lanbide

José Andrés Blasco subraya que la ciudadanía, en especial la gente joven, utiliza «multitud de canales virtuales de intermediación», y aboga por la integración de «esos portales virtuales junto con el servicio público de empleo en una sola marca pública».

«Yo veo a mis hijos que están permanentemente en portales de empleo, en internet, etc, etc, y ni se les pasa por la cabeza apuntarse en Lanbide para buscar un empleo, entre otras cosas, porque poco se encuentra ahí». José Andrés Blasco levantó ayer una polvareda con estas palabras, nada extraño si se tiene en cuenta que él, como viceconsejero de Empleo y Trabajo del Gobierno de Lakua, es uno de los máximos responsables de que Lanbide no ofrezca, ni a sus hijos ni al resto de la ciudadanía, el servicio para el que se creó.

Ante la tormenta que se le ha venido encima, Blasco se ha pasado este miércoles por los micrófonos de Radio Euskadi para completar sus declaraciones. De este modo, no ha negado que Lanbide sea a día de hoy un servicio obsoleto y prácticamente inútil, pero ha añadido cuál es a su juicio el camino que debe seguir para actualizarse.

«No se trata en abosluto de menospreciar a Lanbide, que desarrolla sin duda una enorme tarea en un momento de dificultades enormes. A lo que me refería es a uno de los retos que de cara al futuro debe afrontar la administración pública en el área de empleo (…), ha indicado que , para lo que debe establecer un buen sistema que facilite a las empresas y a los ciudadanos un buen servicio de intermediación laboral», ha manifestado.

Concretamente, ha explicado que «el desarrollo y la proliferación por todas partes de multitud de canales virtuales de intermediación, que mayoritariamente utilizan los jóvenes, requerirá favorecer la integración de esos portales virtuales junto con el servicio público de empleo en una sola marca pública. Y que esa marca aproveche la totalidad de ese tipo de actuaciones, evitando así posibles irregularidades, y con el objetivo último de ofrecer un buen servicio de intermediación».

José Andrés Blasco ha defendido que «Lanbide está mejorando progresivamente, dentro de las dificultades», pero ha insistido en que «proliferan portales virtuales que ponen en común las demandas y las ofertas de trabajo de mucha gente, y que fundamentalmente son utilizadas por la gente joven. Nosotros no podemos ignorar esta situación, y lo que debemos hacer es aprovechar esas sinergias para en conjunto ofrecer un mejor servicio».

Peticiones de dimisión y de explicaciones

Desde el resto del arco político, EH Bildu y PSE han pedido la dimisión de Blasco, mientras que PP y UPyD han reclamado al lehendakari, Iñigo Urkullu, que dé explicaciones en el Parlamento sobre el «fracaso» de Lanbide.

Belén Arrondo (EH Bildu) ha subrayado que «es justo responsabilidad de Blasco asegurar que Lanbide sea eficaz, pero si en vez de reforzar ese servicio público, el mensaje que lanza a quienes están en paro es que no vayan a Lanbide porque es una pérdida de tiempo, lo único que demuestra es que está totalmente inhabilitado para seguir en el cargo».

Jon Azkue (PSE) ha considerado que el viceconsejero «debe quedarse en su casa» y no incorporarse a un cargo del que depende un servicio en el que «no cree».

Laura Garrido (PP) ha pedido ir «más allá» de la dimisión de una persona y acometer un cambio «radical» de rumbo y de modelo en Lanbide porque lo que ha hecho Blasco es «corroborar su desastrosa gestión».

Gorka Maneiro (UPyD) ha preguntado al lehendakari si mantiene su confianza en el equipo que dirige el Departamento de Empleo «cuando este no cree en la que es su función principal, luchar contra el paro».

Por su parte, la secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, ha utilizado la red social Twitter para preguntar al viceconsejero qué hace en ese puesto «si no confía en la oficina de empleo de la que se responsabiliza políticamente».

Toña reconoce que estuvo «desafortunado»

Ángel Toña, consejero de Empleo y Asuntos Sociales y por lo tanto superior de Blasco, ha reconocido que la explicación del viceconsejero fue «desafortunada» y ha considerado que su intención era «enfatizar lo que todavía nos queda por hacer», porque «ciertamente en Lanbide tenemos todavía camino que recorrer por delante. Los nuevos tiempos nos van a exigir también a Lanbide nuevas formas de hacer la intermediación laboral».

Preguntado por la peticiones de dimisión, Toña ha defendido que «el derecho a la equivocación nos asiste a cualquier persona, y, despues de esa equivocación, viene también la obligación que todos tenemos, cuando nos equivocamos, a corregir nuestras palabras».