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Una nueva denuncia por abusos sexuales, por vía eclesial y civil, apunta a Mendizabal

El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, ha comparecido esta tarde para informar de la denuncia presentada esta mañana por un ciudadano contra el ex vicario general de Gipuzkoa, Juan Kruz Mendizabal, al que acusa de abusos sexuales ocurridos en 1994. El Obispado ha dado «alto grado de credibilidad a la denuncia», por lo que ha decretado nuevas medidas cautelares.

El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, al llegar a la rueda de prensa. (Gorka RUBIO/ARGAZKI PRESS)
El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, al llegar a la rueda de prensa. (Gorka RUBIO/ARGAZKI PRESS)

El obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, ha confirmado esta tarde que se ha presentado una nueva denuncia por abusos sexuales contra el ex vicario general de Gipuzkoa Juan Kruz Mendizabal por la vía eclesial y por los tribunales ordinarios, a la que otorga «alto grado de verosimilitud».

No se trata del tercer caso mencionado por las dos primeras víctimas (las de 2001 y las de 2005) en su comunicado del martes, sobre el que Munilla ha asegurado que «no ha podido ser confirmado», sino de un caso hasta ahora desconocido y más antiguo, ya que los hechos ocurrieron en 1994.

El obispo ha dictado nuevas medidas cautelares contra Mendizabal, entre ellas la obligación de residir en un monasterio, la prohibición de todo contacto con menores si no es en presencia de una persona adulta, la obligación de proseguir con su «acompañamiento espiritual y terapéutico» y la prohibición de oficiar misa en público.

Munilla ha pedido perdón en nombre de la Iglesia y ha animado a todas las víctimas de abusos que pudiera haber a que presenten denuncias, algo que entiende que será «beneficioso» tanto para las víctimas como para los agresores, así como para la propia Iglesia, «porque requiere de nosotros una profunda revisión».

El obispo también ha querido reivindicar el Derecho canónico, defendiendo que la Iglesia «cuenta con los medios jurídicos necesarios» para juzgar los abusos sexuales. De hecho, ha asegurado que la legislación eclesial «se encuentra entre las más severas», arguyendo para ello que «cuenta con largos plazos para la prescripción del delito», pero omitiendo las leves penas que contempla, lejos de los dos a seis años de prisión que prevé el Código Penal.

Asimismo, Munilla ha confirmado en respuesta a los periodistas que, si las dos víctimas no hubiesen decidido hacer público su caso, el Obispado no hubiese dicho nada, explicando que se habían comprometido a mantenerlo en silencio con las propias víctimas. Sobre el proceso eclesial a Mendizabal, ha explicado que se desarrolló entre marzo y julio de 2016.