Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

La compañía de los hermanos Weinstein se declara en bancarrota

A través de un comunicado, la junta directiva de The Weinstein Company ha anunciado que declararse en bancarrota es la única opción viable para maximizar el valor de lo que queda de la empresa. Afirman que los alegatos contra la junta son «imprecisos».

El estudio de cine fundado en parte por el otrora todopoderoso productor Harvey Weinstein en Nueva York se ha declarado en bancarrota tras el colapso de las negociaciones para vender sus activos a un grupo inversionista. Las conversaciones de venta concluyeron hace dos semanas, cuando el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, entabló una demanda contra The Weinstein Company. La propia junta directiva de la compañía lo ha anunciado a través de un comunicado oficial en el que señala que «la Compañía Weinstein está tomando parte en un proceso activo de venta con la esperanza de preservar bienes y empleos. Estas conversaciones han culminado sin un acuerdo firmado». El escrito añade que «un proceso ordenado de bancarrota es la única opción viable para maximizar el valor restante de la compañía». La demanda de derechos civiles contra la compañía alega que Weinstein acosó y abusó sexualmente a mujeres que fueron contratadas por la empresa durante años y que también amenazó de muerte a empleados. También acusa a los altos ejecutivos de la compañía, incluyendo al hermano de Harvey Weinstein, Robert, de no haber evitado el maltrato de los empleados a pesar de ser conocedor de todo lo que acontecía en el seno de la empresa.

El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, ha tramitado una demanda contra Weinstein que incluye acusaciones de «maltrato despiadado y explotador» y ha exigido una suma no revelada para cubrir los daños, además de multas, para las víctimas de los supuestos abusos.

Por su parte, uno de los abogados encargados de la defensa de Weinstein ha insistido nuevamente que una «investigación justa y completa» demostrará que muchas de las acusaciones vertidas contra su cliente no tienen mérito. Finalmente, la junta directiva de la compañía sostiene en su escrito que lo que los alegatos dirigidos contra ellos son «imprecisos».