En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, no ha querido dar por roto el diálogo en Catalunya a pesar de que los partidos soberanistas han rechazado el marco que propone el Ejecutivo.

Esa propuesta que contempla diseñar antes de finalizar febrero una mesa de partidos con dos representantes por cada formación política, con capacidad de decisión en los ámbitos estatal y catalán y coordinados por un «relator» que ayude a «crear las condiciones idóneas» para el diálogo.

Pese al rechazo de los soberanistas catalanes a esa propuesta, la vicepresidenta ha asegurado que el Gobierno español no piensa «escurrir el bulto» aunque su oferta haya «encallado». Ha sido tajante al afirmar que el Ejecutivo español «nunca» aceptará un referéndum de autodeterminación ni nada que suponga «romper» el marco constitucional. «Diálogo y ley», ha subrayado.

Según Calvo, los partidos independentistas han rechazado esa fórmula con la que el Ejecutivo proponía «canalizar» el diálogo para encontrar una solución política al conflicto catalán, ya que no aceptan que se desarrolle en los «términos estrictos» que permite el marco legal.

Presupuestos

Calvo también se ha referido a los Presupuestos Generales del Estado, que han recibido seis enmiendas a la totalidad (PP, Cs, ERC, PDeCT, CC y Foro Asturias).

Aunque ha dicho que la voluntad del Ejecutivo es «gobernar», ha aludido en varios momentos de su comparecencia a la reflexión de Pedro Sánchez, según el cual con unos presupuestos aprobados, el año 2019 discurriría «en términos de completa normalidad» pero sin ellos «el tiempo se acorta».

«Lo dijo, no ha engañado a nadie», ha remarcado mientras ha insistido en que es Sánchez quien «tiene la facultad constitucional» de convocar elecciones y quien hará su «evaluación política» tras el debate presupuestario.

De cara al debate presupuestario de la semana que viene, ha dicho que «hemos hecho todo lo que como Gobierno teníamos que hacer».

La derecha no cede

En este contexto, en vísperas de la convocatoria del domingo que apoyan principalmente PP, Cs y Vox –entre otros grupos, como UPN–, la derecha rechaza rebajar la presión sobre el Ejecutivo español. El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Carlos Floriano, ha considerado «intolerable» que «mantengan el relator y la mesa de partidos» porque son, a su entender «un ataque al sistema de libertades».

Respecto a las palabras de Calvo sobre el «encallamiento» del diálogo, Floriano ha dicho que «no se les puede creer. Son el Gobierno de la mentira».

«Serán los únicos de toda España que no se han enterado de lo que querían los independentistas», ha ironizado Floriano.

Por todo ello, ha considerado que la convocatoria del domingo contra el Ejecutivo y por la convocatoria de elecciones es «más necesaria que nunca».