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EHNE-Nafarroa critica que no se pueda acceder a las huertas ni celebrar mercados al aire libre

EHNE-Nafarroa ha reclamado que los propietarios de huertas particulares puedan acceder a ellas y que se celebren los mercados al aire libre. Considera dicho sindicato agrícola-ganadero que ambas actividades «no son más susceptibles de considerarse como un foco de contagio que un supermercado de una gran superficie».

Un hortelano recoge puerros en una huerta de Leitza. (Idoia ZABALETA/FOKU)
Un hortelano recoge puerros en una huerta de Leitza. (Idoia ZABALETA/FOKU)

A cuenta de las prohibiciones para acceder de manera limitada a huertas particulares y celebrar mercados al aire libre –hoy podrían levantarse ambas restricciones–, EHNE-Nafarroa ha reclamado que ambas actividades puedan llevarse a cabo, siempre teniendo en cuenta las obligadas medidas de protección sanitarias. Entiende dicho sindicato agrícola-ganadero que ambas cuestiones «no son más susceptibles de considerarse como un foco de contagio que lo que pueda ser un supermercado de una gran superficie, como ya hemos podido constatar en numerosas instantáneas de aglomeraciones de clientes».

En este sentido, ahonda en que «no podemos dejar de preguntarnos qué criterios se han tenido en cuenta para aplicar tan flagrante desigualdad, pero, sobre todo, quiénes están detrás y han podido influir en esta decisión, primando una vez más los intereses de las grandes empresas de distribución alimentaria por encima de los pequeños productores familiares que, en muchos casos, encuentran en los mercados tradicionales la única vía de salida a su género».

EHNE-Nafarroa cifra en «unos 20.000 huertos familiares» los que puede haber en el herrialde y evalúa que, si cada uno de ellos puede ofrecer «100 raciones a tres personas durante el año, haya seis millones de raciones que no tienen que pasar por la cadena de distribución, 20.000 familias que ejercen cierta soberanía alimentaria».

Pone en valor que «la defensa de la agricultura y ganadería familiares va más allá del negocio y del mantenimiento de la actividad en el entorno rural o de la conservación del medio ambiente». En consecuencia, «no podemos permitir que la alimentación (producción, transformación, distribución y venta) se concentre en manos de grandes propietarios y corporaciones, con una visión puramente mercantilista, ni aquí, ni a nivel mundial. La total dependencia de otras personas para nuestro sustento, a nivel de vecino, de pueblo y de país es un riesgo y una imprudencia en la que no hemos reparado lo suficiente y en la que no podemos caer».

«No podemos entender que la actividad en los huertos no esté permitida, cuando incluso es positivo sanitariamente para evitar contagios, con menos idas y venidas a tiendas de alimentación, ni que se haya prohibido la celebración de los mercados al aire libre, siempre y cuando se tengan en cuenta las lógicas y necesarias medidas de protección sanitarias que se aplican a la hora de comprar en una gran superficie. Por soberanía alimentaria, o sea, por sentido común, decimos sí a los mercados y sí a la actividad en las huertas familiares», concluye EHNE-Nafarroa en su nota.