La precampaña en la CAV está siendo calentada por la parafernalia de Vox, con protección policial. Entre semana ha sido en Gasteiz y Bilbo y este domingo a mediodía en Donostia, con un acto en Alderdi Eder cargado de provocaciones e insultos sin ningún disimulo.

El número dos de la formación a nivel estatal, Javier Ortega Smith, ha intentado buscar el rifirrafe verbal con los «cachorros de ETA», como ha definido a quienes protestaban por su presencia, aunque cargando también contra el PNV. El próximo 12 de julio, ha dicho, será «el primer día de la cuenta atrás, en la que el PNV y sus cachorros proetarras saldrán de las instituciones».

Ha arremetido en repetidas ocasiones contra «los amigos de los etarras, los vagos que en su vida han trabajado, que solo saben berrear en las calles pero son incapaces de ganarse la vida con un trabajo digno» y ha diferenciado entre los «verdaderos trabajadores» y los «vagos y maleantes de la política que salvo quemar contenedores no saben hacer absolutamente nada».

«Vagos y maleantes, se os está empezando a acabar el chollo, vais a tener que ir a trabajar, tendréis que cumplir la ley, que sé que también os cuesta mucho. Se os va a acabar la impunidad, la verborrea, las amenazas, el que la haga la pagará, directo a los tribunales y a la cárcel. Vox no os va a dar una oportunidad para que sigáis viviendo del cuento», ha amenazado.

Por su parte, María Perez, candidata en Gipuzkoa, ha afirmado que «ETA sigue existiendo» incluso «en Emakunde, los euskaltegis, el euskara...», y ha apostado por ilegalizar «todo lo que esté en contra de la unidad de España».

Tales intervenciones han hecho que la respuesta popular haya ido en aumento, tanto en número como en intensidad. La Ertzaintza ha protegido la salida de los miembros de Vox tras haberles abierto paso hasta este punto absolutamente céntrico de la ciudad y en pleno mediodía de domingo.

En esa salida se han producido los momentos de mayor tensión, con increpaciones cruzadas entre antifascistas y miembros de Vox, y algunos porrazos de la Ertzaintza contra quienes denunciaban las provocaciones ultras.

Tras el mitin, los candidatos y líderes del partido han decidido además dar un paseo por el centro de la ciudad, bajando hacia el Buen Pastor, rodeados por cordones de ertzainas y seguidos por antifascistas que entonaban gritos de ‘Alde hemendik’, ‘Que se vayan’ y ‘fascistas’.

Posteriormente han tomado una de las peatonales adyacentes a la catedral, Alfonso VIII, para comer en un restaurante, con la calle en todo momento vigilada por agentes de la Ertzaintza. Antes de irse de Donostia, Ortega Smith ha saludado tendiéndoles la mano a los agentes de la Ertzaintza para expresarles su agradecimiento, al igual que había hecho antes durante su discurso.