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Siemens Gamesa anuncia el cierre de su planta de Agoitz, con 239 trabajadores

Siemens Gamesa ha anunciado este martes el cierre de su planta de Agoitz, con 239 trabajadores, y un despido colectivo con el que cumple los peores temores expresados por los sindicatos con el cambio del consejero delegado del grupo la pasada semana.

Planta de Siemens Gamesa en Agoitz. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Planta de Siemens Gamesa en Agoitz. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Siemens Gamesa Renewable Energy ha anunciado su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo por el cierre de su centro de trabajo en Agoitz donde trabajan un total de 239 personas.

Así lo ha trasladado la empresa fabricante de aerogeneradores a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a través de un «hecho relevante» en el que alude al reglamento de los procedimientos de despido colectivo y de suspensión de contratos y reducción de jornada.

«Siemens Gamesa necesita adaptarse a las condiciones del mercado eólico global, caracterizado por una fuerte competencia y presión de precios que ha deteriorado los márgenes de los fabricantes de aerogeneradores», justifica la compañía.

La decisión de la empresa era un temor entre la plantilla desde que la pasada semana el nuevo consejero delegado del grupo, Andreas Nauen, relevara en el cargo a Markus Tacke.

La inquietud que generó el cambio y la sospecha de una reducción de empleo fue aumentando con la rescisión de los contratos de limpieza de la planta de Agoitz y las de todos los eventuales la pasada semana.

Aunque la empresa no ha avanzado planes para sus plantas en Bizkaia y Gipuzkoa, con los nuevos cambios la inquietud se extiende a las oficinas de Zamudio o las fábricas de Asteasu y Mungia.

Justificación de la empresa

La compañía ha justificado el cierre de la planta de Agoitz argumentando que no es competitiva para producir las enormes palas de los modelos que exigen las grandes turbinas con las que quiere aumentar su competitividad, ya que estas instalaciones están especializadas en el modelo SG 3.4-132, con un rotor de 132 metros, principalmente para el mercado doméstico.

«Sus altos costes y su localización geográfica, a más de 200 kilómetros del puerto más cercano, hacen inviable su competitividad para la exportación», ha añadido.

Por todo ello, pondrá en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para un máximo de 239 personas, comenzando en los próximos días las negociaciones con los representantes de los trabajadores.

«Tras analizar durante los últimos meses todas las opciones posibles, hemos llegado a la conclusión de que no hay otra alternativa posible. En las circunstancias actuales, tenemos la obligación de tomar las medidas necesarias para garantizar la viabilidad a largo plazo de esta compañía, así como el empleo de las más de 24.000 personas que trabajan con nosotros en todo el mundo, incluidas cerca de 5.000 en España», explica el consejero delegado de la división Onshore, Alfonso Faubel.

La compañía recuerda también que esta decisión no está directamente relacionada con la crisis del covid-19, aunque admite que los efectos de la pandemia en las operaciones y la actividad comercial de Siemens Gamesa «han acentuado la necesidad de actuar». 

A pesar del anuncio del cierre de esta planta navarra, Siemens Gamesa defiende que cuenta con una «sólidas raíces» en la Comunidad foral, donde se encuentra su centro mundial de ingeniería para el desarrollo y validación de tecnologías 'onshore'.

Además, la empresa instalará y probará en la sierra de Alaiz el prototipo de su última generación de turbinas, Siemens Gamesa 5.X.

«Hemos tomado una decisión muy difícil y somos plenamente conscientes de su impacto en nuestros trabajadores y su comunidad local. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a las personas afectadas», ha concluido la compañía.

Temores sindicales

Con las primeras sospechas, ELA recordaba que la dirección manifestaba que la planta tiene trabajo hasta completar el año fiscal de 2021, mientras UGT ya advertía de la posibilidad de que la multinacional recortara puestos de trabajo en el Estado español y lo rechazaba porque «las actuales pérdidas de la compañía provienen del Norte de Europa en un 70% y en un 30% de India, sin que sobre ellas se constate ninguna influencia de la plantilla de España».

Este sindicato señalaba además que Siemens Wind Power se fusionó «con una compañía como Gamesa que ya estaba ajustada» y que además  la compañía ha comprado este año a un competidor como Senvion, que cuenta con un centro de fabricación de palas y nacelles cerca de una zona portuaria.

Insistía en que la compañía no ha registrado pérdidas en el negocio en el Estado español, a pesar de lo cual sus centros de fabricación cuentan con menos carga de trabajo que se desplaza a as nuevas fábricas adquiridas en Portugal o en Turquía y China.

Por ello, el sindicato propuso mejorar los números de la compañía cancelando el plan de incentivos a largo plazo 2018-2020, dirigido a un colectivo de 300 directivos «que asciende a 5,6 millones de acciones de la compañía y supone unos 84 millones de euros en base a la cotización actual de la acción».

«Profundo malestar» y gestiones del Gobierno

El Gobierno de Nafarroa ha trasladado su «profundo malestar» tras conocer la decisión de Siemens Gamesa. Ha indicado que está en contacto con el Gobierno estatal para analizar todas las posibilidades ante esta situación desde la perspectiva del interés general.

La Administración también ha señalado que mantendrá los contactos necesarios tanto con la empresa, como con los representantes de los trabajadores y la Administración central, para trabajar en la búsqueda y definición de las mejores posibilidades de actuación.

En concreto, desde el Gobierno Chivite ya se ha establecido contacto al máximo nivel con los Ministerios de Transición Ecológica y de Industria, Comercio y Turismo.

Desde EH Bildu, Adolfo Araiz ha incidido en la necesidad de tomar medidas contra las deslocalizaciones y ha recordado su iniciativa en este sentido.