1977/2024 , January 30

Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / redactor de opinión, especializado en economía

La penúltima huelga general por una vida digna

Euskal Herria ha vivido muchas jornadas de huelga, algunas eminentemente políticas, otras de carácter socioeconómico. La Carta de Derechos Sociales convocó la penúltima hace cuatro años. Y en noviembre pasado el movimiento feminista llamó a la que por ahora es la última, añadiendo una nueva dimensión a la fecunda lucha obrera por una vida digna.

Manifestación en Bilbo durante la huelga general convocada por la Carta Social de Euskal Herria
Manifestación en Bilbo durante la huelga general convocada por la Carta Social de Euskal Herria (Luis JAUREGIALTZO | FOKU)

El 30 de enero de 2020, una huelga general paralizó Hego Euskal Herria poco antes de que la pandemia detuviera la vida social del país. Fue convocada por la Carta de Derechos Sociales en la que participaban, además de los sindicatos vascos ELA, Steilas, LAB, ESK, Hiru y EHNE, agentes sociales, colectivos de pensionistas, organizaciones de estudiantes, de mujeres y ecologistas. Entre las demandas de aquella gran movilización estaban la derogación de la reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy de 2012 y las reformas de las pensiones de 2011 y 2013. Proponían, asimismo, subir la pensión mínima hasta los 1.080 euros, exigían que se garantizaran los derechos sociales y abogaban por un marco vasco de relaciones laborales y de protección social.



No ha sido la primera vez en la que sindicatos y organizaciones sociales han convocado conjuntamente una huelga en Euskal Herria. Al final del siglo pasado, el 21 de mayo de 1999, hubo otra huelga general convocada por los sindicatos ELA, LAB, ESK y Steilas y la Carta de Derechos Sociales. Aquella Carta fue una iniciativa legislativa popular que en 1997 consiguió recoger más de 82.000 firmas para que el Parlamento de Gasteiz debatiera una carta de derechos sociales. Reivindicaba el reparto del trabajo y el establecimiento de un salario social como derecho ciudadano para aquellos que demandan y no encuentran empleo. Tras una larga y tortuosa tramitación, fue finalmente aprobada en diciembre del año 2000 y se convirtió en el germen de la actual RGI.

Primeros pasos

Tras la persecución durante la dictadura, las estructuras sindicales eran débiles. El movimiento obrero era de carácter asambleario y la fábrica era el principal marco organizativo. Ese carácter asambleario quedaba patente en las movilizaciones, como la encerrona que el 30 de enero de 1979 protagonizaron 500 trabajadores del Metal de Nafarroa en el Ayuntamiento de Iruñea para denunciar la actitud de la patronal en la negociación del convenio. 'Egin' se hizo eco de la noticia e informó de que los trabajadores fueron desalojados aquel mismo día por la tarde. Los viejos sindicalistas todavía recuerdan que muchas asambleas se hacían en lugares públicos, como el paseo de los Tilos de Hernani, donde se llegó a discutir y votar el convenio provincial del Metal.

Pero este carácter abierto y horizontal pronto cambió. Una de las primeras leyes que aprobaron las Cortes españolas fue el Estatuto de los Trabajadores, que estableció un sistema de representación sindical similar al de los partidos políticos, con elecciones periódicas de representantes sindicales, que serían los que formarían los comités de empresa, en un esquema que fortalecía las estructuras sindicales y debilitaba las asambleas. Contra esa norma hubo dos huelgas generales a finales de 1979: una el 27 de noviembre convocada por LAB, la Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores y el Sindicato Unitario, y otra el 7 de diciembre convocada por ELA y CCOO. A pesar de la oposición, el Estatuto de los Trabajadores fue aprobado en 1980 y el nuevo sistema transformó radicalmente la organización del movimiento obrero.

Huelgas en la nueva etapa

La primera huelga general fue el 23 noviembre de 1981, convocada por CCOO, UGT y LAB contra la pérdida de puestos de trabajo que preludiaba la reconversión industrial del PSOE. A pesar de la gran cantidad de conflictos de esta época –algunas emblemáticas como Euskalduna–, no fue hasta el 14 de diciembre de 1988 cuando CCOO y UGT convocaron en todo el Estado una huelga general. Llamativamente, no fue contra la política económica del Gobierno, sino contra el plan de empleo juvenil del PSOE. Y no fue hasta el 27 de mayo de 1992 cuando por primera vez ELA y LAB llamaron a la huelga general, esta vez contra el recorte en las prestaciones de desempleo y la desindustrialización. Tras la crisis del 1992, el 27 de enero de 1994 CCOO, UGT, ELA convocaron una huelga contra la reforma del mercado laboral del PSOE.

La crisis de 2008 abrió un nuevo ciclo de lucha obrera en el que las huelgas se sucedieron: la mayoría sindical vasca el 21 de mayo de 2009, contra la pérdida de empleo, el 29 de junio de 2010, contra la reforma laboral del Gobierno de Zapatero, el 29 de septiembre de ese mismo año una convocatoria europea contra las políticas de ajuste y las reformas laborales, secundada en Euskal Herria por UGT y CCOO, tuvo escasa incidencia. El 27 de enero de 2011 Euskal Herria vivió una nueva jornada de huelga convocada por la mayoría sindical contra la reforma de las pensiones, el 29 de marzo de 2012 llamamiento conjunto de ELA, LAB, CCOO y UGT contra la reforma laboral del PP, el 26 de septiembre 2012 la mayoría sindical contra la política de recortes. La convocatoria se repitió en el ámbito europeo el 14 de noviembre y contó nuevamente con el apoyo de UGT y CCOO el 30 de mayo de 2013, convocada por la mayoría sindical para reivindicar un nuevo modelo social y económico para Euskal Herria.



Aportación feminista

El movimiento feminista de Euskal Herria retomó la iniciativa con la convocatoria de sendas huelgas el 8 de marzo de 2018 y 2019. Aunque las convocatorias fueron de carácter feminista, las reivindicaciones sociales y laborales tuvieron una importante presencia, hasta el punto de que el movimiento feminista, junto con los sindicatos, convocó el pasado 30 de noviembre una huelga general para reivindicar el derecho al cuidado en la que, por el momento, es la última huelga de carácter socioeconómico que ha vivido Euskal Herria.