«Paul Bocuse fue el epítome de la cocina francesa. Su carrera fue la de un hombre de fidelidad», ha hecho saber el Elíseo.
«Fidelidad a Francia, cuando se unió al Ejército francés de Liberación junto con el general (Charles) De Gaulle. Fidelidad también a su tierra de Collonges-au-Mont-d'or, donde nació, donde vivió, trabajó, creó y donde murió», recuerda la Presidencia gala.
«La ‘nouvelle cuisine’, de la que fue padre fundador, a veces criticada o malentendida, abrió a la cocina francesa un glorioso capítulo que hoy le permite ocupar el primer puesto mundial, haciendo que en todas partes sea el orgullo de Francia y de los franceses», ha añadido el Elíseo.
«Hoy la gastronomía francesa ha perdido una figura mítica que la habrá transformado profundamente. Los chefs lloran en sus cocinas, en el Elíseo y en todas partes en Francia. Pero continuarán su trabajo», concluye la nota.