Arnaitz Gorriti

El Barça se lleva la final de Copa de los errores arbitrales

Después de forzar Llull la prórroga con empate a 77, el Real Madrid lo ha tenido ganado después de remontar en 20 segundos un 87-92 adverso, incluyendo una falta no pitada de Randolph a Singleton. Pero una «canasta fantasma» de Tomic sobre Randoph ha devuelto el título al Barça.

Ante Tomic, héroe del Barça, posa el galardón de Copa (ACB PHOTO)
Ante Tomic, héroe del Barça, posa el galardón de Copa (ACB PHOTO)

Después de que Saski Baskonia ganara la finalísima de la Copa de Gasteiz en 2002, fruto de aquella canasta mialgrosa de Elmer Bennet a tablero, ningún anfitrión había conseguido hacerse con el título del «torneo del KO».

El Real Madrid lo ha tenido en la mano tras endosar al Barça un parcial de 25-11 en el tercer cuarto. Pero los culés han remontado y casi ganado merced a una remontada espectacular, con Heurtel, Kuric y Claver al mando. Ahí ha estado Llull, empero, para mandar la finalísima a la prórroga con empate a 77.

Cinco minutos más de regalo, que ha acabado con la marimorena. El Barça ganaba 87-92 a 20 segundos, pero Randolph y Carroll han logrado un parcial de 6-0, obviando los árbitros una falta antideportiva de Randolph sobre Singleton. Con todo perdido para los culés, Tomic ha conseguido la canasta ganadora en una jugada que ha acabado con un tapón de Randolph declarado ilegal. Con todo, Sergi Llull ha estado a punto de encestar desde el centro del campo un triple desesperado sobre la bocina. El exbaskonista Thomas Heurtel se ha llevado el galardón de MVP.

Después de una primera mitad igualada que ha terminado con empate a 35, el partido se ha empezado a decantar en el tercer cuarto, la especialidad de Fabien Causeur. El exbaskonista, inédito en la primera mitad, ha encontrado al fin el camino a la canasta y unido a Randolph, el Real Madrid se ha escapado 60-46. La máxima renta merengue ha sido de 19 puntos, 58-39, en un momento en el que el Barcelona ha estado a punto de tirar la toalla.

Todo ha cambiado con el arranque del último cuarto. Por un lado, Rudy Fernández se ha retirado lesionado, al parecer del tendón de Aquiles, mientras que los pupilos de Pesic, a golpe de triple, con un Heurtel sideral, han vuelto a la final. La defensa blaugrana ha sabido también cómo parar a los de Pablo Laso, con un triple poste formado por Claver, Oriola y Singleron, mientras que Heurtel y Kuric se han entonado en ataque. Tanto es así, que el Barça se ha adelantado 73-76 cuando Campazzo ha tenido tres tiros libres para empatar la final, a solo cinco segundos del bocinazo definitivo. El argentino ha errado su último intento, pero Víctor Claver no ha sentenciado el duelo, ya que él también ha errado un tiro libre.

Con 75-77 a 4,3 segundos del final, Llull ha enviado el choque a la prórroga, llevando el delirio a la grada del WIZink Center. En el tiempo extra ha habido mil alternativas, pero la defensa culé le ha tomado la medida al Real Madrid, sobre todo gracias al poder reboteador de Claver y Singleton. Un mate de Tomic ha elevado el 87-90 y a 20 segundos del final el marcador ya casi parecía decidido: 87-92. Ahí ha entrado Randolph en escena, primero clavando un triplazo y luego parando en falta antideportiva una rápida transición que Singleton iba a acabar con canasta. Pero los colegiados no han pitado nada, y a la siguien transición, Jaycee Carroll ha anotado la canasta, poniendo el empate a 92, así como el tiro adicional, fruto de una clara falta de Kuric.

Solo restaban 4,3 segundos y la hinchada merengue ya estaba relamiéndose. Pero después del último tiempo muerto de Svetislav Pesic, el odiado para el Real Madrid Ante Tomic ha anotado la canasta de la victoria: una bandeja a aro pasado que no ha entrado, ya que la ha taponado Randolph, de forma ilegal, según han decidido los árbitros pese a las protestas de buena parte del graderío. Con 93-94 en el marcador de un final caótico, Sergi Llull ha intentado compensar el doble error arbitral buscando su enésima «mandarina» ganadora, pero esta vez el tiro, que ha golpeado el aro y cerca ha estado de entrar, no ha querido besar las redes.

El Barça revalida su título copero de 2018 y se mantiene la famosa maldición del anfitrión de la Copa.