Aritz INTXUSTA

Padres critican a Crespo en Uharte por hacer política con sus hijos

La escuela infantil de Uharte tiene 15 años, es de 2004. La construyó el GIH y ha sido todo un quebradero de cabeza, hasta acabar cerrada por riesgo de incendio. Ahora, el alcalde en funciones la usa como arma arrojadiza para continuar en el cargo tras el pleno del martes. 

Iñaki Crespo, en un pleno de la legislatura anterior. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Iñaki Crespo, en un pleno de la legislatura anterior. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Iñaki Crespo, alcalde accidental de Uharte, está jugando duro en su enrevesado mandato. el Grupo Independiente de Huarte (GIH) llegó a la Alcaldía de una forma bastante rocambolesca. Todo ocurrió gracias a la decisión del PSN del día de la constitución de ayuntamientos. La dirección del partido ordenó a todos los suyos votarse a sí mismos. Y así, de buenas a primeras, Amparo López, siendo la única concejal del PSN, acabó convertida en alcaldesa en solitario. GIH y Navarra Suma decidieron apoyarla a cambio de nada, pues de otro modo gobernaría la lista más votada, EH Bildu.

En otro giro de guión, López dimitió al ser nombrada directora general de Interior del Gobierno navarro, cosa que ocurrió el 13 de agosto. El cargo le rebotó a Crespo, de GIH, cuya principal obligación era convocar un pleno antes de 10 días. Al final, los estirará todos y el pleno se celebrará el martes de la semana que viene, cuando justo vence el plazo. Lo ha anunciado hoy, tras convocar a los medios para informar sobre la escuela infantil.

En este periodo tan peculiar dentro del Ayuntamiento ha surgido un problema de calado. El pasado 30 de julio se recibió un informe en el Consistorio informando de que había que cerrar el centro 0-3 por no cumplir la normativa antiincendios y había que reubicar a los niños. Durante tres semanas, el Ayuntamiento liderado todavía por López se lo calló. Y Crespo optó por lanzar la noticia directamente a los medios, sin informar a los padres. Se reubicará a los menores en el Colegio de la Virgen Blanca y la escuela infantil Ugarrandia.

La oposición se ha quejado de no haber tenido noticia del cierre obligado del colegio hasta el comunicado de Crespo a la prensa. «Por supuesto que habríamos cerrado el colegio nosotros también», comenta Laura Aznar, concejala de Educación la pasada legislatura. Lo único que lamenta es el silencio que ha existido durante estas tres semanas y la alarma generada. De hecho, si se hubiera informado nada más recibirse el informe con la prohibición, quizá alguna familia pudiera haber reconsiderado su matrícula en vistas a la reubicación. En cualquier caso, Aznar desmiente que ellos tuvieran noticia de este fallo estructural que ha motivado el cierre. De hecho, el edificio jamás ha cumplido los requisitos de seguridad contra incendios.

La forma de proceder de Crespo ha acabado despertando alarma y malestar entre los padres y madres, cosa que ha quedado bien a las claras en una rueda de prensa celebrada hoy jueves. «Nos mandan correos para avisarnos hasta de cuando hay piojos y resulta que, cuando van a cerrar la escuela, a quien avisan es a los periodistas. Estás utilizando a nuestros hijos en clave política y eso no se puede permitir», le ha espetado un padre que ha acudido a la rueda de prensa convocada por el alcalde. 

La raíz de la polémica está en el motivo del informe. El edificio del centro educativo ha sido un quebradero de cabeza casi desde su construcción, pero no particularmente por el tema de los incendios. Aun así, sí que es cierto que que hacer modificaciones relativas a la prevención de incendios hace unos años, modificando los sistemas de evacuación (escaleras y puertas de emergencia). Pero por lo demás se estaba al día en mecanismos de prevención, se realizaban simulacros de evacuación, etc.

Antecedentes

En realidad, los problemas que estaba dando el colegio los cuatro últimos años eran de goteras y, sobre todo, por fugas en la calefacción, que es de suelo radiante y su reparación resulta muy compleja. Esto, según explica Aznar, motivó numerosas reuniones y emisión de informes por parte del arquitecto municipal. Se valoró cambiar el sistema de calefacción y colocarlo en el tejado, pero surgía entonces una problemática con las vigas. Todo resultaba demasiado caro y el Gobierno navarro parecía reticente a subvencionar una obra de envergadura, habida cuenta de que ya había financiado dos colegios en la localidad y, previsiblemente, el volumen de alumnado de Uharte irá menguando los próximos años.

El Ayuntamiento anterior, de hecho, llegó a estudiar la reubicación de los niños y acometer obras en el centro, pero las obras que se preveían ejecutar eran relativas a la calefacción, no a la adecuación a la legislación contra incendios y a un potencial peligro en los materiales de los revestimientos. Ahora bien, tras el cúmulo de problemas surgidos, el arquitecto municipal optó por valorar que había que realizar un estudio del edificio en su integridad, incluido el sistema de prevención de incendios. 

Unos días antes del cierre de la legislatura, un ciudadano registró una instancia solicitando específicamente que se revisara la protección antiincendios. De ahí que el alcalde, Alfredo Arruiz, optara por solicitar un informe técnico en respuesta a la petición. Lo hizo el último día del mandato. «Nos esperábamos alguna advertencia de cambiar alguna puerta, o una escalera, pero no que encontraran un defecto estructural de tal envergadura como para un cierre obligado», señala Aznar a preguntas de NAIZ. «Estamos hablando de un edificio construido hace 15 años», recalca. Eso sí, insiste en que no entiende que se ataque a la formación en base a un informe que solicitaron ellos mismos.

No obstante, Crespo ha elaborado una suerte de teoría de la conspiración asegurando que EH Bildu ya conocía de la problemática del edificio y que «ocultaron información». Pero esto no tiene demasiado sentido, dado que el informe que ha descubierto la falla fue solicitado por EH Bildu y, según reitera Aznar, se les ha informado puntualmente de todas las gestiones que se han realizado. 

Desde Geroa Bai se ha enviado una nota a los medios en la que se afea a Crespo que aliente una polémica «como estrategia de presión» de cara al pleno del martes. Y critica, además, que se mantuviera el 13 de agosto una reunión con los técnicos que elaboraron el informe crítico con la estructura sin haber informado a ninguna otra formación presente en el Ayuntamiento. 

Por su parte, Navarra Suma se apunta a la idea de la gestión oscurantista y avanza que solicitará una auditoría sobre la gestión que ha realizado EH Bildu. Afirma que todo es «un desastre» y que EH Bildu no ha estado a la altura. Y todo, por un edificio problemático que construyó el propio GIH. La última fiscalización de Uharte ocurrió en el año 2013 y no fue precisamente favorable hacia el modelo de gestión de GIH, pues Comptos censuró el empleo de sociedades instrumentales y subrayó que se había colocado al consistorio en una situación complicada económicamente, pues dependía de subvenciones del Gobierno navarro para cuadrar sus cuentas.

El pleno de Uharte se celebrará el próximo martes a las 11:00 horas. Se tiene que repetir el mismo proceso que el día en que se constituyó. De no haber mayoría absoluta, saldría elegido EH Bildu. Todo depende de lo que haga el PSN, cuyo único concejal tiene la bisagra. Si opta por aliarse con Navarra Suma y GIH, la suma les da. Si se abstiene, le toca repetir en la Alcaldía a EH Bildu.