Un trabajador de 55 años ha muerto esta mañana a consecuencia de las heridas sufridas tras caer desde una altura de diez metros en el camping Urederra de Artatza, según ha informado la Policía Foral.

El hombre, un vecino de Artatza, se encontraba en un camión grúa, cuya cesta se ha desprendido, a consecuencia de lo cual ha sufrido un golpe en la cabeza y ha fallecido en el acto.

Hasta el lugar han acudido efectivos de la Policía Foral de Seguridad Ciudadana de Lizarra y de la Policía Judicial de esa localidad, que se encargan del atestado.

El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Iruñea para practicarle la autopsia.

Reacciones de ELA y LAB

Los principales sindicatos de Euskal Herria no han tardado en reaccionar ante la novena muerte laboral del año. LAB ha informado de que la grúa de la que se ha caído el trabajador pertenecía a la empresa de materiales de construcción Belarra. 

LAB ha asegurado que «casi» todos los accidentes se pueden evitar y que los siniestros mortales a consecuencia de caída de altura son «absolutamente evitables, siempre que se tomen unas básicas medidas de seguridad que en multitud de ocasiones no se llevan a efecto».

Ha precisado que con la muerte de este trabajador son ya 9 los fallecidos en Euskal Herria a lo largo de este año, que este lunes ha cumplido 27 días. Así pues, ha recordado que el año pasado fueron 15 los trabajadores muertos en Nafarroa y que dos de ellos fueron por caídas de altura.

En esa dirección ha reaccionado ELA, incidiendo en que ya es el segundo trabajador que muere en Nafarroa en este año. Ha subrayado que desde 2012 los índices de siniestralidad no dejan de incrementar en el territorio y que dicho incremento guarda relación directa con «el deterioro de las condiciones laborales, la falta de integración de la prevención y la insuficiencia de las políticas públicas».

Ambas centrales criticaron que las políticas de prevención aplicadas y los seguimientos que se realizan son insuficientes.

ELA reclama a la patronal navarra que abandone su estrategia de priorizar el beneficio económico a costa de la seguridad de las plantillas, «y al Gobierno de Nafarroa que renuncie a un diálogo social que se demuestra totalmente ineficaz y clientelar en salud laboral».